Recientemente nombrado uno de los 116 pueblos más bonitos de España, encontramos en Palencia la localidad de Ampudia, un tesoro escondido en la vasta llanura de Tierra de Campos que irradia un encanto único captando la esencia de la tradición castellana. Esta pintoresca villa, con su folclore, sus calles repletas de soportales y su imponente castillo, es una maravilla arquitectónica que se alza sobre un paisaje en el que predominan los campos de cereal.

Además del Castillo, el lugar alberga también la Colegiata de San Miguel, apodada por su belleza la 'Giralda de Campos'. Esta y otras majestuosas construcciones de Ampudia fueron reconocidas en 1965, año en el que se otorgó al pueblo el título de Conjunto Histórico-Artístico gracias a su riqueza cultural.

Historia y orígenes de la villa

Ampudia es un pueblo con una rica y compleja historia, cuyos orígenes se remontan a la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. Asimismo, la presencia romana en la región se evidencia a través de los restos de una villa cercana, datada entre los siglos I y V. Posteriormente, durante la era visigoda y la invasión musulmana, Ampudia experimentó cambios significativos, siendo repoblada en el siglo X durante la Reconquista. La Edad Media marcó un período de crecimiento para Ampudia, donde la villa ganó importancia y recibió numerosos privilegios reales debido a su lealtad a la corona.

El siglo XV introdujo una era feudal en Ampudia bajo la administración de Pedro García de Herrera, Mariscal de Castilla, quien reconstruyó la fortaleza local y fundó un hospital. Aunque fue durante el siglo XVI cuando el lugar experimento su momento de mayor esplendor, destacándose en la agricultura y la artesanía. No obstante, la participación de Ampudia en la Guerra de las Comunidades, más concretamente en la batalla de 1521, conllevó el retorno de la villa a la jurisdicción real, terminando, años más tarde, en manos de los condes de Salvatierra.

En el siglo XVII, el favoritismo real hacia el Duque de Lerma trajo beneficios significativos a Ampudia, aunque la caída de este sumergió el lugar en un periodo de descuido y decadencia. Tras las desamortizaciones del siglo XIX, la villa dejó de estar dominada por la Iglesia, pasando por un auténtico renacimiento cultural, en el que se buscó preservar y destacar el patrimonio histórico y artístico de Ampudia.

¿Qué ver en Ampudia?

Empezando por la Colegiata de San Miguel, un majestuoso edificio gótico renacentista del siglo XII, los visitantes pueden admirar su impresionante torre de 63 metros, retablos renacentistas y barrocos, y el notable órgano barroco construido en 1779. Esta iglesia, que fue elevada a colegiata en 1606, ha sobrevivido a numerosos desafíos a lo largo de los siglos, incluyendo un derrumbe parcial y una restauración exhaustiva.

Colegiata de San Miguel, conocida como la Giralda de Campos, ubicada en Ampudia.

Colegiata de San Miguel, conocida como la Giralda de Campos, ubicada en Ampudia.

Otro punto de interés es el Castillo de Ampudia, el más importante y mejor conservado de Palencia. De estilo gótico, fue construido entre los siglos XIII y XV. Este monumento histórico ha sido el hogar de figuras importantes como el Duque de Lerma o la Casa Ducal de Alba. Hoy, alberga un museo con una rica colección de arte sacro, juguetes, armas y piezas de etnografía. Además, el castillo tiene un lugar destacado en la historia de España, siendo el lugar donde se firmó el documento que trasladó la capitalidad de Valladolid a Madrid.

Castillo de Ampudia, el más importante de la provincia de Palencia.

Castillo de Ampudia, el más importante de la provincia de Palencia.

Durante la agradable visita, se pueden recorrer las avenidas principales de Ampudia, como la calle Ontiveros y la calle Corredera, que ofrecen una vista encantadora de las casas con soportales porticados, balcones de forja y aleros característicos de la arquitectura típica castellana del siglo XVII. 

Calle empedrada en Ampudia, con los soportales porticados característicos de la región.

Calle empedrada en Ampudia, con los soportales porticados característicos de la región.

Por otra parte, las ermitas de Santiago y de la Virgen del Castrillo son reliquias culturales e históricas que no deben perderse. La Ermita de Santiago, adyacente al castillo, tiene un retablo del siglo XVIII y una imagen procesional de Santiago muy venerada. La Ermita de la Virgen del Castrillo, reconstruida en el siglo XVII, se cree que se erige sobre lo que fue la iglesia parroquial de un antiguo pueblo llamado Castrillejo, y sigue siendo un lugar importante para la vida religiosa y cultural de Ampudia.

Dos elementos muy particulares de la villa son sus palomares y sus chozos, unas estructuras que ofrecen al turista una visión única de la arquitectura tradicional y de las prácticas agrícolas y ganaderas típicas de la región. El palomar tiene origen romano y se utilizaba para la cría de pichones. Por otro lado, los chozos tenían como finalidad servir de refugio o vivienda para los pastores.

Palomar construido en los campos de cereal que rodean Ampudia.

Palomar construido en los campos de cereal que rodean Ampudia. 

No se puede regresar de Ampudia sin haber visitado el Museo de Arte Sacro, ubicado en el Antiguo Convento de San Francisco, que cuenta con una impresionante colección de arte sacro que abarca desde el siglo XII hasta el XVIII. Asimismo, es una parada obligada el Hospital de Nuestra Señora de Clemencia, fundado en 1455 por el Mariscal de Castilla. Este alberga en la actualidad la Oficina Municipal de Turismo y un Centro de Exposiciones, incluyendo el Museo de la Medicina, que suscita gran interés.

Gastronomía típica castellana en Ampudia

La gastronomía de Ampudia, en línea con la tradición culinaria castellana, ofrece una variedad de platos típicos que incluyen productos de la matanza y la caza, sopas de ajo y el exquisito lechazo churro. Estos manjares, entre otros, están disponibles en los restaurantes de la Villa.

Además, la cocina local se destaca por sus picones, una especie de rosquilla en forma de pico hecha con vino y aceite, y el pan de mosto, considerado el dulce típico de Ampudia. Este último se complementa con una selección de mantecados y pastas elaborados artesanalmente en obradores locales, ofreciendo a los visitantes una experiencia gastronómica auténtica y deliciosa.

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