España está repleta de pueblos con encanto, que son una perfecta alternativa a las grandes urbes. El Puente de Todos los Santos es una ocasión perfecta para perdernos por estas pequeñas poblaciones, donde se puede disfrutar de la España rural, la gastronomía y la naturaleza. Así las cosas, y aunque este año hay muchos que no tienen todos los días libres que les gustaría, Halloween no deja de ser una oportunidad perfecta para, cuanto menos, llevar a cabo una escapada.
Toro, Zamora
Esta villa en la orilla del río Duero famosa por sus viñedos es un buen ejemplo de los pueblos que se pueden visitar en este puente festivo. Toro es Conjunto Histórico Artístico y está sobre una atalaya a 739 metros de altitud. En su casco histórico resalta la colegiata de Santa María la Mayor, del siglo XII, siendo un precioso ejemplo del románico que tanto abunda en Zamora.
Ribadesella, Asturias
Esta localidad asturiana combina mar y montaña y es la opción perfecta para los nostálgicos del verano, del sol y de la playa. También es un perfecto lugar para disfrutar de la naturaleza y de rutas de senderismo, escalada, piragüismo… No obstante, la historia también abunda en Ribadesella, como por ejemplo en la cueva de Tito Bustillo, donde se pueden contemplar pinturas rupestres. También se puede pasear por el paseo marítimo de Santa María, un escaparate de casas indianas que construyeron aquellos que hicieron fortuna en las Américas.
Trujillo, Cáceres
Otro de los pueblos más bonitos de España se encuentra en Cáceres. Trujillo es un pueblo lleno de palacios y casas señoriales debido a su gran legado en relación con los conquistadores de América. No solamente se puede apreciar este momento de la historia entre sus calles, también hay resquicios de su época musulmana y de su etapa como retiro de los reyes.
No debe faltar una visita por su Plaza Mayor. Para los fans de Juego de Tronos, deben saber que este pueblo fue uno de sus escenarios de rodaje.
Cambados, Pontevedra
Mirando a la ría de Arousa, a 45 minutos de Vigo y a media hora de Pontevedra, se encuentra Cambados, un pueblo de referencia para el vino albariño. Este vino se puede catar en las bodegas construidas en piedra del casco antiguo del pueblo.
El pazo de Fefiñáns, frente a la plaza central del mismo nombre, sorprende por su gigantesca estructura en un conjunto de estilo clásico cuya arcada y torre del homenaje se integran en la Iglesia de San Benito. Cerca hay que visitar también los pazos de Bazán, de Ulloa y de Fajardo.
Colmenar de Oreja, Comunidad de Madrid
A 40 minutos en coche de la capital se encuentra este pueblo, tierra de una interesante cultura vitivinícola. La Plaza Mayor es la estampa más típica de Colmenar de Oreja, con un toque pintoresco de sus galerías porticadas que ha ido utilizado en varias ocasiones como escenario de rodaje.
Esta localidad está construida sobre un sistema de puentes y arcos sobre el arroyo Zacatín y también sorprenden su Plaza del Mercado o la Iglesia de Santa María la Mayor, del siglo XIII, entre otros monumentos.
