Cada vez crece se hace más popular el turismo de película. Aunque el nombre puede llevar a pensar que este tipo de desplazamientos es a lugares calificados como de cuento o película por el paisaje que ofrecen, esto es cierto -porque son un regalo para la vista-, pero no llevan el calificativo por ello, sino porque han sido escenario de películas o series. En esta línea, una de las producciones del momento ha sido La Casa del Dragón, la serie de HBO que te cuenta los orígenes del fenómeno mundial Juego de Tronos y que alcanzaba el final de su primera temporada esta misma semana.
Casco viejo de Cáceres: el Desembarco del Rey
Las calles externas del Desembarco del Rey en la escena nocturna no son sino callejuelas del Casco Antiguo de Cáceres. El lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es, sin duda, uno de los sitios más bonitos e importantes de España. No lo dice este medio, sino las entidades oficiales y todo el que se acerca al territorio extremeño, y es que el casco antiguo, separado por la antigua muralla almohade, ayuda a distinguir de manera muy clara dos zonas; en todas ellas se pueden apreciar diversas culturas.
Entre las principales de interés se encuentran la plaza de Santa María, la más alta de Cáceres, construida entre los siglos XV y XVII y en cuyo alrededor se encuentran zonas catalogadas de monumentos histórico, como el Palacio de Carvajal, el de Ovando o el de Mayoralgo.
Si paseas por las calles de la ciudad también debes echar un ojo al Palacio de los Golfines de Abajo, donde Cáceres acogió hasta en dos ocasiones a los Reyes Católicos, la plaza de San Jorge o la de San Mateo. En esta última se encuentra, por ejemplo, el palacio de las cigüeñas, en la que se ubica el mejor mirador de la localidad.
No menos importante, ya extramuros, es la judería; cuyo crecimiento se remonta a 1478, o la ermita de Santiago, construida por los cristianos sobre los sillares de la antigua sinagoga. De nuevo, aquí se aprecia convivencia de todas las culturas. Entre otras zonas, resalta la de la plaza mayor, que ha estado considerada durante más de quinientos años como el centro social y político de Cáceres.
Trujillo: Francisco Pizarro convertido en dragón
Nos quedamos en Cáceres y nos movemos a Trujillo. Allí, en su emblemática plaza la estatua del conquistador Francisco Pizarro ha sido reconvertida por los editores en un dragón y sus calles en la Calle de las Hermanas. Situado a 50 kilómetros de Cáceres, Trujillo ha obtenido el distintivo de Ciudad Muy Noble, Muy Leal, Muy Insigne y Muy Heroica. De hecho, fue capital de la provincia de Trujillo desde 1528 hasta la creación de la provincia de Extremadura en 1653, integrada como partido de Salamanca.
Hay mucho que ver, pero por destacar un par de pinceladas, debes visitar la casa museo de Francisco Pizarro (Plazuela de Santa María) y donde se encuentra la casa natal del conquistador, su castillo (una de las fortalezas más importantes del lugar, del siglo IX y que aún conserva su aljibes) o el Mirador de las Monjas, el que mejores vistas ofrece del lugar.
Castillo de Calahorra: fortaleza de Pentos
Dentro de un paisaje espectacular de la sierra de Guadix, y en lo alto de una colina se encuentra el Castillo de Calahorra, que en la serie se convierte en la fortaleza de Pentos. El lugar, teñido de colores negros y rojizos debido a los polvos que provienen de las minas de Alquife, fue construido sobre una antigua fortaleza árabe en 1509, y propiedad de Don Rodrigo Díaz de Vivar, aunque hay documentos que datan la fecha de su construcción unos años atrás (1491) ordenada por el cardenal Pedro González de Mendoza, aunque después el prelado se desprendería del territorio y lo donaría a su hijo. El sitio funcionó como fortaleza desde la finalización de sus obras y Don Rodrigo y su familia se asentaron en él dos años después.
En lo que respecta a la edificación, los muros son de sillares realizados con piedras del lugar y apenas huecos. Asimismo, solo tiene una puerta, que da acceso al interior donde ya se encuentra un pequeño zaguán y la zona de guardias. Destacan en el castillo el escudo de la Fonseca -segunda esposa de su propietario- , las armas de la familia, su arco de medio punto adovelado, su patio con doble galería de arcadas y un largo etcétera. Todos estos y el resto de sus rincones hacen que el monumento en el que también se inspira la producción esté declarado Bien de Interés Cultural desde 1922.
Jardines de Lloret de Mar: los de la Fortaleza Roja
Localizados en Girona, aparecen en la primera serie de la antesala inspirada en el libro de Fuego y Sangre (George R. R. Martin). Estos jardines datan de 1919, año en el que el marqués de Roviralta mandó construir casi 27.000 metros cuadrados , y deben su nombre a la primera esposa del marqués. Su belleza ha hecho asimismo que la Generalitat lo declarase en 1995 bien cultural como jardín histórico y cuenta con varios puntos claves.
Te sitúes en el lado que te sitúes, los jardines ofrecen una vista casi sin precedentes de la costa catalana, aunque el mejor rincón para ello es el mirador de Boadella, cerca del cual desemboca el río Tordera y desde el que se pueden ver las calas de S’Agulla, Santa Cristina y la Boadella. Igualmente, cualquiera de sus rincones son un auténtico regalo, y bien lo han sabido aprovechar los directores de la ya popular serie.
