Los castillos son unos de los grandes atractivos del mundo, y es que hay más fortalezas casi -o tantas- como territorios. En España tenemos la inmensa suerte de contar con algunos de los más bonitos y/o mejor conservados del globo. Pero, sobre todo, tenemos la fortuna de que guardan consigo un valor incalculable, tanto desde el punto de vista histórico como desde el punto de vista monumental.

Sin embargo, a diferencia de las últimas semanas, ElPlural.com se sale un poco de las fronteras de España. Tampoco mucho, pues el país que aparecen en estas líneas está a aproximadamente dos horas en avión y la visita que se propone a continuación, una delicatessen si se viaja a Italia, concretamente al sureste del territorio mediterráneo. Es cierto que la zona sureste no es la gran conocida, lo cual no significa que no sea atractiva. Así la cosas, regiones como Abruzos, Molise, Campania, Basilicata, Calabria o Apulia tienen mucho que ofrecer a sus visitantes.

Precisamente en esta última nos detenemos en estas líneas para traerte uno de los castillos más raros del mundo, digno de apreciar más allá de la fotografía por su forma y cuya historia es una de las grandes desconocidas, pero más importante a su vez para el devenir de la humanidad.

Características del castillo más raro del mundo

El Castel del Monte (o Castillo del Monte) está construido sobre la región mencionada desde que se levantó allá por el siglo XIII, en concreto entre los años 1240 y 1250. De entrada, lo que más llama la atención de él es la forma que tiene, pues la planta no es cuadrada o circular como otros, sino nada más y nada menos que octogonal, lo mismo que una de sus torres.

Pese a la presencia que pueda presentar sobre el papel, lo cierto es que su geometría no lo hace sino más imponente. Así lo refleja su altura de más de 16 metros, inferior eso sí a las de las torres, que disfrutan de 26 metros cada una. La longitud de cada uno de los lados de los octógonos principales es la misma: 16 centímetros y medios, mientras que los de las torres ascienden a 30.

Formas complejas para un hombre extraordinario

La forma del castillo no podría entenderse sin la persona a la que perteneció durante un tiempo, y es que la fortaleza no solamente fue importante para el devenir de la época, sino que reflejaba muy bien de qué forma era el hombre que fue su dueño. Se trata de alguien extraordinario y excéntrico, que dejó patente su forma de ser y entender en varios lugares, siendo el más destacado el Castel del Monte. Hablamos del Rey Federico II, monarca que gobernó Sicilia, Alemania, Italia, el Sacro Imperio Romano Germánico y Jerusalén entre los siglos mencionados. Su carácter no solo queda reflejado en las formas del castillo, pues que este sea octogonal, pese a lo reseñable, es casi una cuestión, habida cuenta de que visto desde arriba parece una corona, algo hecho igualmente desde la mayor de las intencionalidades para demostrar al mundo la posición social.

El castillo, la mayor obra de este rey, hizo las veces de residencia o mansión; mucho más, de hecho, que de fortaleza, ya que nunca tuvo una capacidad defensiva como sí suelen tener la mayoría de construcciones de este tipo. Además, el lugar tiene algunos vínculos con España, aunque no precisamente agradables, ya que en él estuvo encerrado el infante Enrique de Castilla “El Senador”, conocido por ser hijo de Fernando III el Santo, rey de Castilla. El infante estuvo en el Castel unos 15 años.

Precios y cómo llegar

Este impresionante aunque desconocido lugar se puede visitar siempre en las horas punta desde las 10:00 hasta las 18:00 horas. Aunque su horario varía ligeramente entre el de verano (del 1 de abril al 30 de septiembre) y el de invierno (del 1 de octubre al 31 de marzo). En la primera franja se puede ir a él entre las 10:00 horas y las 18:45 horas, mientras que en la segunda entre las 9:00 horas y las 17:00 horas (último pase).

La entrada es totalmente gratuita para los menores y cuenta con precio reducido para los jóvenes de entre 18 y 25 años (3,5 euros). Si tu entrada es general, la entrada al monumento es de 7 euros.

En otro orden de cosas, dentro de Italia se puede llegar principalmente desde Roma, y es que si partes de la capital tardarás poco más de dos horas de trayecto en coche, pero puedes preguntar, ya que a veces salen excursiones. Asimismo, si sales directamente desde España, desde Madrid se tarda algo más, pero desde Barcelona el trayecto en avión es de poco más de dos horas.