Los pueblos medievales son uno de los atractivos culturales a los que cada año acuden miles de personas. En España contamos con muchísimos que, en pleno siglo XXI, mantienen el encanto de una época que, si bien complicada en lo social, dejó todo un entramado de calles, murallas y arquitectura digno de ver y mantener en nuestros días.

Aínsa (Huesca)

Plaza de Aínsa, uno de los pueblos más bonitos de España, ubicado en Huesca. Canva

Aínsa, situado en el corazón del Pirineo aragonés, es un destino donde historia y cultura se entrelazan. Este pueblo medieval, reconocido como Conjunto Histórico-Artístico desde 1965, conserva un legado que remonta a la Edad Media y más allá. Su iglesia de Santa María y el castillo, declarados Monumento Nacional en 1931, son testigos de un pasado lleno de simbolismo. Su iglesia, una joya del románico del Alto Aragón, data del siglo XI y destaca por su portada, cripta y torre. El castillo, por su parte, ha sido protagonista de múltiples transformaciones y alberga actualmente el Eco Museo de la Fauna Pirenaica en su Torre del Homenaje, además de acoger cada verano el Festival Internacional de Música Castillo de Aínsa.

Los orígenes de Aínsa están envueltos en misterio, con evidencias arqueológicas que sugieren presencia de pobladores desde la Edad Antigua. Sin embargo, su consolidación histórica se sitúa en el año 1124, cuando Alfonso I otorgó a la villa una Carta Puebla, dotándola de los mismos privilegios que Jaca y asegurando su importancia estratégica en la región.

Ainsa

Una de las leyendas más significativas es la de la Cruz de Sobrarbe, que narra cómo en el año 724, los cristianos liderados por Garcí-Ximeno vencieron al dominio musulmán tras la aparición milagrosa de una cruz de fuego sobre una carrasca. Este símbolo se encuentra hoy conmemorado en la explanada del castillo mediante la Cruz Cubierta, y la historia se revive cada dos años en la Plaza Mayor con la representación teatral de La Morisma. Pasear por Aínsa es adentrarse en un viaje por la Edad Media. Su Plaza Mayor, de los siglos XII y XIII, con su característica planta trapezoidal y soportales, sigue siendo el centro neurálgico del pueblo, donde se celebraban ferias y mercados medievales. Las casas señoriales, como las de Arnal y Bielsa, añaden encanto a sus calles empedradas. En los alrededores, el monasterio de San Victorián, uno de los más antiguos de España, se erige como un recordatorio de la importancia espiritual y cultural de la región.

Tossa del Mar (Girona)

Se trata del único pueblo medieval fortificado que queda en pie en el litoral catalán. Un destino ideal de vacaciones -dispone de tres playas-  en el que debes reservar un hueco para apreciar su muralla del siglo XIII y su faro, que sustituye al antiguo castillo.

La fenomenal Muralla de Tosa de Mar, reconocida como Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1931, es un excepcional ejemplo de villa medieval fortificada en la costa catalana. Este recinto, levantado entre los siglos XII y XIV para defenderse de ataques piratas, rodea la Vila Vella con unos 300 metros de perímetro. Conserva casi intactas sus torres y murallas, destacando la torre del Homenaje, la del Reloj y la de en Joanàs, situada sobre un acantilado junto al mar. Aunque del antiguo castillo apenas quedan restos, aún se pueden apreciar elementos medievales como saeteras románicas y los vestigios de la iglesia gótica de San Vicente, que evocan la historia de este lugar.

Tossa del Mar

En la cima del recinto amurallado de Tossa de Mar, donde antes se erigía un castillo medieval con una torre y una estancia rectangular, hoy se encuentra el faro. Dentro de la Vila Vella, las callejuelas albergaban unas ochenta casas que integraban el muro en su estructura. La Torre de los Moros, construida en el siglo XVI para defender la zona de piratas, se conectaba mediante señales con otras torres, como la de la Pólvora. En el recorrido destaca también la Capilla de la Virgen del Socorro, del siglo XVI, levantada por un marinero agradecido tras sobrevivir a un naufragio. Finalmente, el paseo conduce al barrio de sa Roqueta, un enclave pesquero donde se encuentra Can Ganga, una masía fortificada del siglo XVI construida fuera de las murallas por el crecimiento de la población.

Albarracín (Teruel)

Su nombre ya es pura historia, aquí se asentó en el siglo XI un grupo musulmán, perteneciente al linaje de los Ibn-Racin y el Castillo de Albarracín.

El pueblo se halla a 1.182 metros de altitud rodeado de la sierra de Albarracín con muchas rutas y actividades para hacer. Está repleto de casitas de yeso rojizo con balcones de forja y puertas voluminosas de madera. 

Entre los monumentos más interesantes destacan: la catedral del Salvador, La casa Julianeta, la Plaza Mayor y el palacete azul que contrasta con la idiosincrasia del municipio.

El pueblo turolense de Albarracin. Pixabay

Santillana del Mar (Cantabria)

Es conocida como "la villa de las tres mentiras", pues ni es "santa", ni "llana", ni tiene "mar". En ella se encuentran las emblemáticas cuevas de Altamira, aunque no es su único atractivo. También destaca el Monasterio de Santa Juliana, que daría paso a la prestigiosa colegiata de Santa Juliana en el siglo XII, el primero y más importante de los exponentes del arte románico en Cantabria o las torres de Merino y Don Borja, las casas del Águila y la Parra, el palacio, la torre de Velarde...

 Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar - Fuente: Zarateman (Wikipedia)

Ronda (Málaga)

Llegó a ser capital de una de las provincias en las que se dividió Al-Andalus y sus monumentos más importantes hoy son el Puente Nuevo y la Plaza de Toros, ambos del siglo XVIII. Para los amantes de la Historia, sabed que fue esencial como paso fronterizo.

Ronda Málaga

Olvera (Cádiz)

Nos quedamos en el sur y nos situamos en Cádiz. Aquí encontramos un pueblecito "pintado de blanco", que ha sido reconocido como Capital del Turismo Rural 2021. Prácticamente todas sus viviendas tienen este color, muy típico del sur. Su entramado destaca por contener casas señoriales y pequeñas plazas y albarradillas (pequeñas terracitas pensadas para aliviar los pies de las pendientes). También importante durante el periodo nazarí, su origen data del siglo XII.

Olvera (Cádiz), Capital de Turismo Rural 2021

Frías (Burgos)

Este pueblecito de Castilla y León perteneció al Reino de Navarra durante la lucha entre Navarra y Castilla. Su nombre procede de "Aguas Fridas" y pese a su tamaño hay muchos monumentos que merecen la pena: el puente medieval, sus casas colgadas, su castillo o la iglesia se San Vicente son solo algunos de ellos. Tampoco puedes perder la oportunidad de subir al mirador El Peñasco y dejarte enamorar por sus visitas.

Frías (Burgos)
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