Debido a su gran belleza, historia y antigüedad, los pueblos españoles reciben a lo largo de los años multitud de galardones. De hecho, ElPlural.com ha recogido la lista oficial de los Pueblos más bonitos de España, dado por la entidad con el mismo nombre. Entre estos premiados municipios se encuentra el precioso y medieval pueblo de Aínsa, ubicado en la provincia de Huesca. 

Tal es encanto de Aínsa que la prestigiosa revista internacional National Geographic, ha escogido este pueblo oscense como el más bonito de España. No obstante, este no es el único reconocimiento que ha obtenido el pueblo, pues en otras ocasiones Aínsa ha sido escogido como la mejor opción de España para hacer turismo rural.

Con respecto a su localización, el pueblo de Aínsa se encuentra al norte de la provincia de Huesca, concretamente en el antiguo condado de Sobrarbe, del que fue capital; y está situado entre los ríos Ara y Cinca. Se ubica a 589 metros de altitud y disfruta de una panorámica realmente envidiable, ya que está rodeado del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara y el Parque Natural Posets Maladeta.

Sobran los motivos para considerar a Aínsa como uno de los pueblos más bonitos de España. Bajo este pretexto, cabe subrayar que no es ni mucho menos una pérdida de tiempo dar un paseo por su casco antiguo, catalogado Conjunto Histórico-Artístico en 1965. Asimismo, la iglesia de Santa María y el castillo de la localidad disfrutaban de la categoría de Monumento Nacional desde 1931, incluso antes de la Guerra Civil.

El origen de Aínsa

El origen de Aínsa es un misterio histórico que se pierde en la antigüedad. Gracias a restos arqueológicos de pequeñas construcciones y de cerámica romana encontrados en un tozal al norte del pueblo se puede intuir que su origen se ubica en la Edad Antigua, aunque no existe documentación suficiente que lo pruebe. Es por esta razón que se data su origen en el año 1124, cuando Alfonso I otorgó a Aínsa una Carta Puebla, confiriendo a la villa los mismos fueros que la ciudad de Jaca, marcando un hito importante en su historia.

Sin embargo, una leyenda aún más antigua se relaciona con Aínsa. En el año 724, se cuenta la historia de la Cruz de Sobrarbe, donde cristianos que habían escapado del dominio musulmán se congregaron en este lugar para emprender la Reconquista. Bajo el liderazgo de Garcí-Ximeno, las tropas cristianas lograron una victoria significativa gracias a la aparición de una cruz de fuego sobre una carrasca, que les infundió el coraje necesario para recuperar la ciudad. 

¿Qué ver en Aínsa?

Algunos de los monumentos que ver en Aínsa ya se han mencionado, pero no está de más desgranarlos para que no pierdas detalle si finalmente acudes al municipio. La parroquia data del siglo XI y es una de las máximas expresiones del románico del Alto Aragón. De ella, también hay que visitar su portada, cripta y torre.

Si caminas un poco das a parar con su plaza mayor, de los siglos XII y XIII, de planta trapezoidal y porticada. Además de estar ubicada en la zona central del pueblo y ser testigo de varias ferias y mercados medievales, en ella se encuentra el Ayuntamiento.

Pero, sin duda, uno de los mayores atractivos es el castillo, que ha experimentado varios cambios a lo largo de los siglos y en el que cada segunda quincena de julio se celebra el Festival Internacional de Música Castillo de Aínsa. De igual manera, en la Torre del Homenaje se encuentra el Eco Museo de la Fauna Pirenaica.

Aínsa es también historia, por lo que, al margen de lo mencionado, la explanada del castillo atesora la Cruz Cubierta que conmemora la victoria de las tropas cristianas contra el ejército musulmán en el año 724. En su honor se representa cada dos años la obra de teatro La Morísima en la Plaza Mayor.

A todo ello pueden sumarse las fachadas de las casas Arnal y Bielsa, mientras que a los alrededores destacan otros lugares de interés como el monasterio de San Victorián, uno de los más antiguos de España al datar del siglo VI.

Por último, destacar que esta localidad de Huesca es también famosa por su gastronomía, y es que en ella puedes disfrutar de las carnes a la brasa, típicas de las hogueras de invierno, el solomillo de ciervo, el estofado de jabalí, las mollejas crujientes, las chiretas, los caracoles, las legumbres y las trufas; al igual que postres como los pastillos de almendras y nueces, torrijas caramelizadas y crespillos.

Climatic Festival en Aínsa

Durante el mes de septiembre, Aínsa recoge el Climatic Festival, un evento es organizado por el ayuntamiento en colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, que tiene como objetivo principal concienciar a la población sobre el cambio climático y cómo se puede contribuir a reducir la huella de carbono en el planeta a través de las acciones cotidianas.

¿Qué ver en los alrededores de Aínsa?

El pintoresco pueblo de Aínsa sirve como puerta de entrada a un impresionante mundo de belleza natural e historia en los Pirineos aragoneses. A pocos kilómetros del encantador pueblo, se encuentra el majestuoso Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, un Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO que deslumbra con sus cañones profundos y cascadas espectaculares, ofreciendo oportunidades inigualables para los amantes del senderismo y la montaña.

Cerca de allí, el Parque Natural de Posets-Maladeta seduce con sus cumbres imponentes y glaciares. Para los viajeros en busca de más descubrimientos, el Castillo de Loarre, un castillo medieval impecablemente conservado, se alza majestuosamente en una colina cercana, ofreciendo vistas panorámicas incomparables.

Por otro lado, la Sierra y Cañones de Guara son un paraíso para los amantes de los deportes de aventura, con impresionantes formaciones rocosas y emocionantes actividades como el barranquismo y la escalada. Los alrededores de Aínsa son un tesoro esperando a ser explorado. Con su riqueza natural y patrimonio histórico, la región que rodea Aínsa promete una experiencia inolvidable para aquellos que buscan aventura y cultura en el corazón de los Pirineos.