La contaminación es hoy en día uno de los mayores problemas de las grandes urbes. La lista de países con altos niveles de contaminación es cada vez más larga. En muchas ciudades asiáticas la mascarilla forma parte de la vestimenta diaria. Por suerte, somos cada vez más conscientes de la implicación en nuestra salud y en la del planeta de este grave problema. Por eso, cada día nacen más iniciativas para cambiar esto.

La moda, una de las industrias más contaminantes del mundo, es también sensible a esto, y empiezan a nacer múltiples proyectos muy interesantes como pequeña contribución a este necesario cambio.Un ejemplo de esto es el proyecto Aire de THE UNSEEN. Dicho proyecto fue creado en 2014 por el artista Lauren Bowker y su estudio de exploración de materiales llamado THE UNSEEN. Este grupo creó una colección limitada de prendas con el objetivo de revelar, a través de ellas, la calidad del aire que respiramos.

Esto, lo consiguieron creando unas prendas camaleónicas, hechas de un tejido que integraba componentes nano y tecnología química con tintas. De forma que cuando estas prendas entraban en contacto con factores medioambientales, como viento, rayos UVA, humedad y cuatro elementos más, se activaba haciendo que el tejido respondiera cambiando de color. 

Cada uno de los factores medioambientales citados genera un cambio de color diferente. Por ejemplo, determinados niveles contaminación hacen que la prenda pase del amarillo al negro, y el calor también produce variaciones significativas en la carta de colores RGB y pantone. Esta fascinante colección de alta costura y a la que titularon Aire, nunca mejor dicho, fue diseñada para Swarovski y fue presentada en la semana de la moda londinense.

Otro proyecto muy interesante que ha trabajado este mismo concepto de prendas es Aerochromics. Esta firma estadounidense  creó una linea de camisetas y bolsas que permiten detectar los índices de contaminación en el lugar que nos encontremos. Según Nikolas Bentel, su diseñador: “Todos deberíamos poder respirar en un ambiente con buenas condiciones atmosféricas y no solo en niveles moderados, como lo señalan algunos indicadores”.

Estas camisetas blancas y negras están fabricadas de un tejido capaz de medir los niveles de monóxido de carbón o micropartículas en el aire. Según el grado de contaminación que detecte la camiseta se oscurece o aclara. Cuanto más blanca sea la camiseta, más limpio es el aire que estás respirando. Desde entonces, firma Aerochromics ha querido seguir desarrollando nuevas prendas y objetos de uso diario que nos permitan tomar conciencia de todo esto y vivir mejor y de forma más segura en las ciudades.