Entre las proposiciones de año nuevo, entre algunas personas, suelen encontrarse objetivos como perder peso. Normalmente, quitarte algún kilo de encima está asociado a los términos dieta y ejercicio. Pero, también es posible adelgazar sin necesidad de apuntarte al gimnasio o salir a la calle a correr.

Durante nuestro día a día podemos quemar bastantes calorías más, simplemente con fórmulas que nos mantengan más activo. No hacen falta dietas milagro para hacernos creer de la posibilidad de bajar los kilos que nos sobran, gastarnos mucho dinero y, finalmente, quedarte en el intento.

Modificando algunos de los aspectos básicos de nuestro día a día la quema de calorías aumentaría, por lo tanto aumentaría las probabilidades de bajar de peso. Uno de los aspectos corporales, la tasa metabólica basal, más conocida como BMR, nos permite actuar de forma correcta en cualquier tipo de función corporal básica, respirar, mantener un buen pulso, regular nuestra temperatura, entre algunas otras cosas.

Las personas que tienen un BMR más alto son más propensas a tener un físico más definido y menos posibilidades de engordar. Un gasto de energía que nos permite quemar calorías mediante nuestros movimientos nerviosos. Lo ideal sería intercalar en nuestra rutina diaria un poco mayor de esfuerzo, sin necesidad de hacer ejercicio.

Hay una variedad de opciones: Cuando nos dirigimos a nuestro centro de trabajo, subir por las escaleras, caminar con un ritmo más rápido, andar un poco más antes de llegar a tu puesto, tomar descansos para caminar y estirar, durante las tediosas llamadas coger algo de peso con las manos. Todos estos pasos que, a priori, se encuentran en nuestro día a día, pueden servir para ayudarnos en nuestro propósito.

Un mínimo esfuerzo que acompañado a una buena alimentación, podrían ayudar a quitarnos los kilos que nos sobran y mantener nuestra línea.