Llega la Semana Santa, una fecha marcada en el calendario para creyentes y ateos; y es que hay cosas que unen, tanto a las personas que afrontan estos días con un sentimiento más religioso como a las que prefieren llevarlos de otro modo. Una de esas cosas son, sin duda, los platos típicos que acompañan a estas fechas: las torrijas, la mona de pascua, el potaje... En ElPlural.com os contamos un poquito más sobre su origen y tradición, así como su preparación.

¿Estáis preparados? Pues poneos el delantal y... ¡bon apetit! 

1.Torrijas

Sin duda, el postre más típico de estas fechas. Muchos sitúan su origen en épocas donde era importante aprovechar el pan duro (ya que su principal ingrediente es éste). Su elaboración es muy sencilla y existen multitud de ellas (de leche, de miel, de vino...), por eso nosotros vamos a mostrar tres distintas.

Torrija de azúcar

Ingredientes para este exquisito dulce de Semana Santa

  • 1 barra de pan del día anterior
  • 1 litro de leche
  • 1 rama de canela
  •  Piel de un limón
  •  4 cucharadas soperas de azúcar
  •  3 huevos
  •  Azúcar y canela para rebozar

Elaboración

- De azúcar

Cortamos rebanadas de pan y batimos los huevos en un recipiente. En un cazo colocamos la leche con la rama de canela, las cucharadas de azúcar y la piel del limón. Una vez que empiece a hervir retiramos el cazo del fuego y lo echamos sobre el pan. Esperamos unos minutos para que éste absorba bien los ingredientes.

Una vez hecho ésto ponemos a calentar una sartén con aceite de oliva. Cuando éste esté caliente pasamos la torrija por el huevo (como si la rebozáramos) y las freímos hasta que cojan color.Las dejamos en un plato y aún calientes (pero sin quemarnos) las pasamos por el azúcar.

- De leche

Hay quienes prefieren las torrijas de leche. Éstas no tienen mucha complicación con respecto a la anterior:

En este caso calentamos previamente la leche con la mitad del azúcar, las cáscaras de naranja (si añadimos) y limón y la ramita de canela, dándole vueltas con una cuchara para que se diluya el azúcar. Cuando empiece a hervir se retira la mezcla y se deja durante diez minutos para que se mezclen los sabores.

Las sumergimos en la mezcla durante unos segundos. Después de dejarlas un ratito en el plato  las rebozamos y freímos hasta que cojan color. Cuando estén tostaditas las dejamos en un papel para que absorban la grasa y... para chuparse los dedos

- De miel

Aptas para los más golosos, las torrijas de miel son una auténtica delicatessen. La receta es exactamente igual que las de azúcar, pero en lugar de espolvorearlas con azúcar y canela, las mojamos con almíbar de miel... ¡una deliciosa alternativa!

2. Mona de Pascua

Un plato típico, sobre todo en la zona Mediterránea. Existen diferentes variantes en función de la comunidad en la que la comamos (Cataluña, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia... también en Aragón y Baleares). Suele comerse el Lunes de Pascua, ya que es una manera de conmemorar el fin de la abstinencia que acompaña a estas fechas. La tradición es que el padrino regale el día de antes la mona de Pascua a su ahijado y degustarlo el lunes en familia. Pero vamos a lo más importante: cómo hacer una buena Mona de Pascua.

Mona de pascua

Ingredientes

  • 500 g de harina
  • 1 sobre de levadura seca de panadería (12 g) o 25 g de levadura fresca (si no encontráis levadura la podéis sustituir por 1 cucharada de bicarbonato y el zumo de medio limón)
  • 1/4 litro de leche templada
  • 100 g de mantequilla fundida
  • 80 g de azúcar
  • 1 huevo
  • 1 pizca de sal

Para "pintar" la masa

  • 1 yema de huevo
  • 1 cucharada de leche

Para decorar las monas

  • Anisetes de colores, bolitas de chocolate, pasas, cerezas para decorar, almendras laminadas…
  • Huevos cocidos pintados con colorante alimentario o huevos de chocolate

Elaboración

Ponemos la harina en un bol. Añadimos la levadura seca y lo mezclamos todo con un tenedor. Le echamos la mantequilla después de calentarla en el microondas, la leche, el azúcar, el huevo y un poco de sal.

La amasamos y damos forma a la masa hasta que nos quede una masa circular y homogénea.

Metemos el bol cubierto con un paño en el horno durante una media hora a una temperatura máxima de 50 grados y dejando la puerta entreabierta. Cuando la masa se haya elevado la dividimos en tantas partes como monas queramos hacer. 

A partir de aquí, dejamos volar nuestra imaginación, podemos hacer formas de animales, de objetos... y le añadimos los ingredientes que queramos (huevos cocidos pintados, por ejemplo).

Lo calentamos de nuevo en el horno, esta vez durante 10 minutos a 50 grados. Cuando ya tenemos las figuras listas, mezclamos una yema de huevo con una cucharada de leche y "pintamos" la Mona, para que se dore en el horno. 

Añadimos la decoración que queramos (bolitas de colores, fruta...). Una vez hecho ésto volvemos a meter al horno, precalentado a 200 grados y las dejamos dentro durante otra media hora aproximadamente, hasta que veamos que han cogido un color adecuado.

Para terminar ponemos el huevo en el centro o las untamos con chocolate... ¡casi todo vale!

3. Buñuelos

Se trata de un pequeño postre compuesto de masa de harina frita y endulzado con azúcar. La elaboración de éstos es muy sencilla, ya que únicamente hay que preparar y freír la masa. Aunque su popularidad los hacen propicios para todo el año, en Semana Santa son uno de los protagonistas y hay diferentes versiones, en función de sus rellenos, como chocolate, crema pastelera, nata...

Buñuelos de viento

Ingredientes (para unos 30 buñuelos)

  • 150 gr de harina de trigo.
  • 200 ml de agua.
  • 50 ml de leche.
  • 40 gr de mantequilla sin sal.
  • 4 huevos M.
  • 5 gr de levadura química o polvos de hornear.
  • Un poco de sal.
  • 10 gr de azúcar
  • Azúcar glas y canela en polvo para decorar.
  • Abundante aceite para freír.

Elaboración

Tamiza la harina: Ponla encima de un bol con un colador y ve dándole golpecitos a éste para que vaya cayendo a través de él. Calienta a fuego medio el agua, el azúcar, la leche, la mantequilla y la sal.

Cuando empiece a hervir, aparta la cazuela del fuego y vierte sobre ella toda la harina. Después mezcla el resultado con una cuchara de palo o un utensilio similar hasta que quede una masa homogénea.

Después, añade un huevo y mézclalo con la masa a una velocidad baja hasta que se integren. Repite el proceso con todos los huevos y con el último añade también levadura. Tapa el recipiente y déjalo reposar durante más o menos una hora en la nevera. 

Calienta aceite. La temperatura puedes ir viéndola, pero lo ideal es que eches un poquito de masa y te fijes en si se quema muy rápido (en este caso baja el fuego) o s burbujean poco (si es así súbelo).

Da forma a los buñuelos. Normalmente ésta suele ser redonda, por lo que puedes conseguirla con un sacabolas de helado, con cucharillas... Como recomendación, no eches todos a la vez en la sartén, sino por tandas, es preferible que sobre espacio a que falte y se "pisen" unos a otros.

4. Pestiños

Un postre muy típico de Andalucía, cuya elaboración es casi más sencilla que la de los buñuelos. Cobran especial importancia en Andalucía y en Extremadura y su receta tiene influencias marroquís. Tienen una textura hojaldrada, con un ligero aroma a anís y su elaboración también es muy sencilla.  

Pestiños. Pinterest

Ingredientes (para 10 personas)

  • 70 ml de aceite de oliva para la masa
  • Cáscaras de limón
  • Azúcar
  • Miel
  • Semilla de anís
  • 70 ml de Vino blanco
  • Otros 70 ml d aceite de oliva para freir
  • Harina

Elaboración de los pestiños

Calentamos el aceite con un trozo de cáscara de limón. Esto nos servirá para aromatizarlo. Cuando la cáscara esté dorada y el aceite caliente retiramos la primera y añadimos los anises. Dejamos que se enfríe el aceite y lo mezclamos en un cuenco con la harina y el vino blanco.

Luego, al igual que hacíamos con los buñuelos, removemos hasta obtener una masa homogénea y la dejamos reposar cubierta durante una hora en la nevera.

Extendemos la masa en un rodillo y la cortamos en tiras y en cuadrados de hasta 4 cm. Para hacer el pestiño doblamos las puntas hacia dentro y las pegamos con agua.

Los dejamos así durante media hora y los freímos, nuevamente por tandas. Los dejamos escurrir y los rematamos con una mezcla de miel y agua caliente (en pequeña cantidad). Y, por último, echamos el azúcar sobre ellos.