Las torrijas son probablemente el postre más conocido y popular de Semana Santa, pero hay otras delicias que merecen que se reconozcan en todo el país. La Semana Santa es una época de tradiciones, no solamente religiosas, sino también gastronómicas. Son muchos los hogares que guardan vigilia durante la Cuaresma y elaboran sus propios platos típicos de la época. Así, entre los postres que no te debes perder figuran los siguientes:

1. Torrijas

Las torrijas son el dulce por excelencia que se consume en este periodo festivo. Muchos sitúan su origen en la época en la que era importante aprovechar el pan duro, pero la tradición se ha extendido con una sencilla receta y unos ingredientes muy básicos.

Desde el siglo I hay referencias de las torrijas dentro de las recetas de los gastrónomos de la época. En Europa también hay datos sobre el uso del pan remojado en leche y endulzado bajo otros nombres como suppe dorate, soupys yn roye, tostées dorées o pain perdu en la historia de nuestros vecinos europeos. No fue hasta el siglo XV cuando apareció citada por el poeta y músico Juan Encina comentando “miel y muchos huevos para hacer torrejas”.

Pero la base de las torrijas se relacionó a la necesidad de aprovechar los trozos de pan sobrantes, aunque también hay quienes aseguran que tiene una asociación religiosa en los días de Cuaresma y ayuno al catalogarse como un alimento para llenar el estómago de acuerdo a las creencias durante los días de abstinencia.

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Bandeja de torrijas

2. Leche frita

Su origen se sitúa en el norte de España, disputándose el lugar concreto entre Galicia, Palencia, Cantabria y algunas zonas del País Vasco y destaca por su sencillez y rapidez a la hora de prepararla. También hay varias opciones, añadiendo canela, licor, entre otras variedades.  

La leche frita forma parte de la repostería española a base de harina cocida con leche y azúcar. Este postre de semana santa tiene origen árabe y es uno de los más conocidos por su fácil preparación y toma durante las festividades tanto de Carnaval como de Cuaresma.

Leche frita. Youtube

3. Roscos de anís al horno

Los roscos de anís suelen ser muy típicos en Semana Santa, aunque también en Navidad. Son muy fáciles de hacer ya que no son una masa fermentada, se forman sin molde de ninguna clase, a mano como lo hacían las abuelas, y no se fríen, sino que se preparan en el horno. Esto también los hace más sanos que las tradicionales rosquillas, que se fríen en aceite.

Rosquillas de Semana Santa

4. Bartolillos

Forma parte de la tradición chulapa del Madrid castizo. Se trata de una especie de empanadillas elaboradas con una masa fina y rellena de crema pastelera, en forma triangular y frita.

Bartolillos. Youtube

5. Mona de Pascua

La tradición en Cataluña marca para el día de Pascua que los padrinos o abuelos le deben regalar a sus ahijados o nietos una mona de Pascua. La mona es un bizcocho de decorado con figuras de chocolate que se pueden encontrar en muchas pastelerías, mientras que en Valencia la mona se decora tradicionalmente con un huevo duro. Su elaboración es bastante difícil, lo que lleva a muchos a comprarlas en las pastelerías.

Las monas de Pascua son también típicas del Levante. La tradición marca que los padrinos regalan esta mona a sus ahijados tras la misa del Domingo de Pascua y se proceden a comer al día siguiente con el Lunes de Pascua.

Con el tiempo, las monas han ido incorporando más elementos decorativos donde los huevos se han reconvertido en huevos de chocolate. Esta reconfiguración de las monas también se ve en el País Vasco con la Opilla o en Oran, al noroeste de Argelia, donde se produce un bollo similar llamado mouna.

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Mona de pascua

6. Pestiños

Cobran especial importancia en Andalucía y en Extremadura y su receta tiene influencias marroquís. Tienen una textura hojaldrada, con un ligero aroma a anís y su elaboración también es muy sencilla. Se prepara la masa a base de harina, vino blanco, aceite de oliva, anís y canela y después se pueden decorar con miel o azúcar.

El pestiño está relacionado con el shebbakiyya marroquí, dulce típico que se consume durante el mes de ramadán durante el ayuno. También su origen está asociado a celebraciones religiosas con la Pascua judía, por lo que, no hay un origen claro como tal.

Pestiños. Pinterest

7. Buñuelos

Aunque su popularidad los hacen propicios para todo el año, en Semana Santa son uno de los protagonistas. Se trata de un pequeño postre elaborado con una masa de harina y otros ingredientes fritos, y después se pueden rellenar con crema, chocolate, nata o lo que se desee.

Pero no todos los buñuelos son dulces en Semana Santa. En concreto, tras las fallas de Valencia, uno de los típicos dulces valencianos está en los buñuelos de calabaza. Pero esta festividad también incorpora otros platos como los buñuelos de bacalao, una de las mejores opciones para tomar esta semana festiva

Buñuelos de viento