No hay duda de que una de las bebidas alcohólicas más consumidas es la cerveza. Y es que son muchas las personas a las que le gusta disfrutar de ella después de un día duro, viendo un partido de fútbol, o simplemente echando el rato con amigos. Todo ello no hace sino dejar patente el motor económico que supone esta bebida; no en vano, solo en el 2021 -que son las últimos datos existentes hasta la fecha- la cerveza ha generado una aportación de 5.840 millones de euros, tal y como afirman en el Informe socioeconómico del sector de la cerveza en España en 2022 publicado en julio de 2023.
Pero, ¿engorda la cerveza?
Algunas marcas han aprovechado el tirón de las bebidas con cero calorías y han decidido ofrecer una alternativa a las cervezas tradicional.
¿Por qué hacen esto? Pues, desgraciadamente, porque la cerveza engorda. La bebida generada por el lúpulo puede llegar a tener las mismas calorías que un refresco. En torno a 90 kilocalorías por caña.
Diversos estudios apuntan que el principal problema de la llamada tripa cervecera se debe a la alimentación que se tiene a la hora de ingerir una bebida alcohólica.
Normalmente la cerveza abre el apetito. Es un buen complemento para las comidas, pero tomarlo en un bar hace que el aperitivo o la ración que se pida no sea lo más aconsejable para evitar engordar.
Así mismo, hay que tener en cuenta que el alcohol aporta también calorías vacías; es decir, tal y como advierte el portal Estilos de vida saludable del Ministerio de Sanidad, son aquellas "que no aportan ningún alimento o nutriente a nuestro cuerpo".
Calorías de la cerveza
Como acabamos de afirmar previamente, no todos los tipos de cerveza tienen las mismas calorías, pero es que además cada una de las marcas que se venden en España tienen un aporte energético completamente diferente. Por este motivo, BEDCA ha realizado la siguiente lista de las calorías de las marcas más importantes y de la que se hizo eco varios medios como Yo Dona:
¿Qué ocurre con la cerveza oscura?
A la hora de escoger qué cerveza consumir, tienes la posibilidad de optar por una rubia (también llamada clara) o las oscuras. Este cambio de color se da por el proceso de fermentado y tostado, lo cual varía el sabor, aunque no el nivel de alcohol, que suele ser similar.
En todo caso, cabe destacar que la cerveza oscura suele tener unas pocas calorías más, de lo cual podemos extraer que esta engorda más; sin embargo, igualmente se dice que beber cerveza oscura aporta más vitaminas y minerales que la rubia, lo cual la hace más saludable.
Vida sana y buena alimentación
Hay que entender que la cerveza engorda. Hasta ahí, es lo común. Luego las bebidas sin alcohol o con cero calorías tendrían un apartado especial. La concepción de barriga cervecera’no se debe basar en lo que puede engordar una caña o un tercio, sino en la alimentación que rodea tomarte una cerveza.
Las tapas que se toman, como regla general, suelen ser fritos. A eso se le suma que las personas con sobrepeso tener un metabolismo más lento, lo que haría que se acumulen las calorías en la cintura de hombres y mujeres.
Por ello, a pesar de saber que la cerveza engorda, lo primordial es tener una alimentación equilibrada y evitarse de platos con contenido alto en grasas.
Llevar una vida saludable en la que se establece una dieta correcta y se practica ejercicio, hará que la ingesta de alcohol, siempre que no sea muy copiosa, pueda estar permitida dentro del plan equilibrado.
Un estudio establece que las personas que toman unas tres cervezas diarias tienen un 80% de posibilidades de acumular grasas en el abdomen con respecto a los que no toman una menor cantidad.
La alternativa: las cervezas ‘light’
Si lo que se quiere conseguir es tomar cervezas sin engordar mucho, es necesario optar por las cervezas que contengan menos calorías. Las cervezas sin alcohol pueden llegar a tener un tercio de las calorías que tiene una cerveza con alcohol.
Aunque ahora existen cervezas con alcohol especializadas en la reducción de calorías, lo ideal es escoger una cerveza que contengan cero calorías.
Son estas últimas las únicas que evitan que tomar una cerveza engorde, dado que, aunque el sabor no es tan fuerte, no nos hace engordar.
Evitar las mezclas con bebidas azucaradas
Mezclar cerveza con limón o con gaseosa, aunque sirve para reducir el sabor amargo de la bebida de lúpulo, aumenta la ingesta de kilocalorías en comparación a una bebida alcohólica general.
Salvo que sea limón natural, un refresco de limón solo produciría una mayor concentración de calorías en cada bebida tomada.
Décalogo de beneficios de la cerveza
Lo realmente curioso, es que a pesar de ser una bebida que puede servir en algunas personas para engordar. Debido a sus calorías, la cerveza también tiene algunas características que generan bastantes beneficios para algunos problemas de salud.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) anunció en un estudio realizado sobre las propiedades de la cerveza, que tenia una serie de características que eran positivas para la salud de las personas.
La entidad elaboró un listado de diez beneficios a través de la ingesta de cerveza de la que sobresale la protección cardiovascular frente a infartos.
- Protección cardiovascular frente a infartos, debido a la reducción de la coagulación sanguínea y el aumento del ‘colesterol bueno’.
- Evita la retención de líquidos. El bajo contenido en sodio la hace altamente diurética y depurativa.
- El consumo moderado supone un 17% de la ingesta de fibra soluble.
- Sirve para disminuir en un 17% el riesgo de infección por Helicobacter Pylori.
- Ayuda a prevenir la osteoporosis por su contenido en silicio.
- Previene la oxidación celular por su alto compuesto en vitaminas del grupo B.
- Mejora el sistema inmune.
- Puede llegar a disminuir uno de los factores de riesgo del Alzheimer por su contenido en silicio.
- Ayuda a la prevención de enfermedades inflamatorias, gracias a lúpulo.
- Con un consumo moderado, la cerveza disminuye la hipercolesterolemia y la absorción de glucosa y grasas.
Tomar cerveza, pero sin abusar
Si eres un amante de la cerveza, lo ideal que se genere una toma más reducida de la bebida de lúpulo.
Si realmente se quieren conseguir resultados saludables a la par que poder saborear dicho complemento, es necesario moderar su consumo.
Lo más recomendable es llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio y, si te apetece tomar una cerveza, puedes hacerlo, pero sin abusa de ello.
Lo ideal sería que en la elección se tuvieran en cuenta las cervezas con menos kilocalorías y el total rechazo a las tapas ofrecidas. Los fritos y alimentos grasos solo empeorarán la tarea de evitar engordar.
Ahora que sabes que la cerveza engorda, compara las calorías de las que más te gustan y opta por la que sea más beneficiosa para ti.
