En Extremadura se encuentra una joya que evoca a las famosas del grande catalán Antoni Gaudí. El extremeño Francisco González de la localidad de Los Santos de Maimona (Badajoz) se encargó de hacer los bocetos y planos y hasta edificar una de las construcciones más extrañas y bellas del país, ‘El Capricho de Cotrina’.

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

Capricho de Cotrina

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

Esta vivienda, que cuenta con todas las estancias típicas actuales y necesarias, tiene un fascinante estilo modernista con formas geométricas extravagantes. Con cemento, arena, piedra y mosaicos de colores, el extremeño construyó este palacio tras el ímpetu de su hija pequeña de querer una vivienda con piscina diferente a las demás del pueblo, y así fue. Levantó una digna de una princesa de cuento.

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

Sorprendentemente, el singular artista no se inspiró en Gaudí para ‘El Capricho de Cotrina’, sino que es resultado de su propia inventiva, de su estilo personal. Cabe destacar que, él fue albañil autodidacta, aprendió a base de observar a los demás y a raíz de sus nuevos retos profesionales terminó dominando esta ocupación, principalmente cuando estuvo en Bilbao.

Se puso a contruir ‘El Capricho de Cotrina’ en 1989, llamado así por su apodo, un año antes empezó con los planos, y durante 30 años todos los domingos y festivos iba adelantando lo que podía con la ayuda de su hijo.

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

Su hija mayor, Pilar González, confirma que “mi padre trabajaba de sol a sol” y que “él tenía un don”. Como anécdota, Pilar cuenta como su padre con tan solo 18 años, mientras que hacía el servicio militar obligatorio en Madrid, arreglaba los tejados con caña, un material poco común, porque decía que “era muy flexible y apto para la estructura”. Sin estudios, el extremeño llegó a hacer una edificación digna de un artista como Gaudí, aunque no contó, ni cuenta, con el reconocimiento ni la ayuda de las autoridades.

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

En total, el edificio tiene una superficie de 180 metros cuadrados y alrededor hay más construcciones curiosas como un estanque con cascada, una fuente y un taller de objetos; González sabía cómo cuidar los detalles. Lamentablemente, él falleció en 2016 sin terminarlo, pero sus hijos y yerno continúan el legado.

Cascada del jardín de 'El Capricho de Cotrina', Badajoz

Ellos cuentan con su imaginación y con el presupuesto de las donaciones de las personas que visitan el lugar para lograr el reconocimiento que su padre se merece. Pilar González hace hincapié en resaltar que “agradezco a todas las personas que vienen a verlo, porque gracias a ellos esto continúa”.

'El Capricho de Cotrina', Badajoz

¿Dónde visitarlo?

Los horarios son muy limitados, debes llamar con antelación a los números que aparecen en la página oficial del monumento para poder programar una visita. Hay dos opciones, por la mañana de 11 a 14 horas y por la tarde, en verano, de 18:00 a 21 horas y de 17:00 a 20:00 horas, en invierno.

La ruta es explicada por una de las hijas del artista y la entrada es totalmente gratuita, como así quería Francisco González, aunque se pide un donativo para continuar con la construcción.'El Capricho de Cotrina', Badajoz

La visita dura alrededor de una hora y cuarto y los grupos pueden estar formados de hasta 40 personas, aunque si no se alcanza ese número se realizan de igual forma.