El verano viene acompañado de altas temperaturas que, en ocasiones, se pueden volver insoportables. Más si cabe durante los días en los que golpea una ola de calor como ha sucedido este año. En estos casos, el aire acondicionado puede ser nuestro mejor aliado. Sin embargo, no todo el mundo dispone de uno en casa y no a todas las personas les va bien. ¡Pero no hay que alarmarse! Existen una serie de trucos que te ayudarán a sobrellevar mejor el calor, aunque no dispongas de este electrodoméstico.

Abrir puertas y ventanas

Para abrir las ventanas lo ideal es hacerlo durante las horas en las que no hace demasiado calor. Es decir, por la mañana temprano, a media tarde o por la noche para intentar dormir bien. Lo de las puertas, sin embargo, es un truco que te funcionará durante todo el día. En este caso, se recomienda abrir las puertas de las habitaciones en las que estemos y cerrar la de los lugares en los que no estemos.

Cerrar persianas

En relación a esto, es muy aconsejable cerrar las persianas en las horas de más calor. De este modo, impedirás que este entre de manera directa en la habitación. Igualmente puede ser recomendable instalar toldos en las ventanas para una mayor protección contra el calor, sobre todo en las horas en las que el astro rey más arrecia.

No usar el horno

Este electrodoméstico puede provocar que se caliente toda la cocina e, incluso, la casa. Por ello es mejor prescindir de él. Si no puedes hacerlo, intenta utilizarlo únicamente por la noche. 

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En relación a esto se recomienda comer comida fría. Es decir, platos que no requieran cuchara. Sin embargo, y como son también necesarios, puedes tomarlos pero con menos frecuencia de lo que lo harías en invierno.

Dormir con ropa holgada y sábanas de lino

La mejor manera de soportar las noches de calor es dormir con pijama fino, ropa holgada o directamente en ropa interior. Asimismo, se recomienda utilizar sábanas de lino, ya que son más frescas, transpirables y absorbentes. En cuanto a dónde dormir, siempre que se pueda, es preferible hacerlo en la planta más baja posible, ya que el calor sube y el frío, al ser más denso, baja; de ahí que las plantas bajas sean más frescas.

Enfriar la ropa

Puede sonar desmesurado, pero enfriar la ropa ya sea metiéndola en la nevera o en cualquier otro soporte puede resultar realmente eficaz para combatir el calor.

Prescindir de las bombillas incandescentes

Es mucho mejor utilizar bombillas LED, ya que las bombillas incandescentes transforman la energía en calor. Además, no solo lo notaremos nosotros, también nuestro bolsillo: en primer lugar, porque permiten ahorrar hasta un 80% de consumo en comparación con las bombillas tradicionales, pero es que además tienen una vida útil más larga.

A falta de aire acondicionado...

Siempre se puede recurrir a los pingüinos o a los ventiladores clásicos para combatir la ola de calor. Además, si llenas un cuenco con hielo, y lo colocas delante del ventilador, conseguirás que el aire que recibes es mucho más frío, de manera que disfrutarás de un verano mucho más fresco y sin necesidad de gastar más luz.