Con las olas de calor que afectan cada vez más a España conviene estar preparado para sobrellevarlas lo mejor posible, y de ahí la necesidad de que bebamos más agua para mantenernos hidratados.

La sed es una respuesta del cuerpo a la que las personas debemos prestar atención: nuestro cuerpo funciona mejor dentro de un cierto rango de temperatura, y cuando se calienta demasiado, necesita enfriarse.

Relacionado Trucos para aguantar el calor si no tienes aire acondicionado

La sudoración y la deshidratación

Hay varias maneras de logra este enfriamiento. Primero, los vasos sanguíneos se dilatan para aumentar el flujo sanguíneo a la piel. Esto permite que el exceso de calor se irradie fuera de su cuerpo. Es entonces cuando empezamos a sudar. La evaporación del sudor enfría la piel, lo que a su vez ayuda a enfriar todo el cuerpo.

Sin embargo, la sudoración excesiva puede provocar deshidratación: sudamos más cuando la temperatura es alta, especialmente si estamos trabajando o haciendo ejercicio al aire libre. Beber agua ayuda a reponer los líquidos perdidos por la sudoración excesiva. Si no ingerimos suficiente agua, podemos deshidratarnos, y la combinación de temperaturas altas y deshidratación puede provocar un golpe de calor.

Las personas debemos estar atentas a las señales que indican que necesitamos más agua: por ejemplo, la sed. Antes de deshidratarnos, sentiremos sed, la boca nos puede quedar seca o pegajosa. Después de un tiempo, también podemos sentirnos confusas. También hay indicadores como la reducción de la producción de orina (y orina de color amarillo oscuro). Incluso podríamos notar los ojos un poco hundidos y secos. Incluso una pequeña deshidratación puede ser un problema. La deshidratación leve reduce nuestra capacidad para pensar con claridad y la coordinación física.

Relacionado El calor viene pisando fuerte en junio: ¿estamos ante la ola de calor más temprana?

¿Y cómo nos mantenemos hidratados cuando hace mucho calor?

Lo ideal es tener la rutina de beber antes de hacer ejercicio, trabajar o pasar tiempo al aire libre cuando hace calor. Luego, continuemos haciéndolo durante y después del entrenamiento o día de trabajo.

Programemos descansos regulares para beber, siempre teniendo una botella de agua a mano para tomar sorbos con frecuencia mientras trabajamos o hacemos ejercicio.

Elijamos bebidas que reemplacen los electrolitos para una máxima absorción de agua cuando haga ejercicio durante más de una hora o cuando sudemos excesivamente.

Para combatir una ola de calor y mantenernos hidratados también ayuda ingerir frutas frescas ricas en agua, como bayas, sandía, melón, melocotones y nectarinas.