El sector de los tratamientos médico estéticos es una industria muy asentada en España. Nuestro país es todo un referente por la valía de sus profesionales y centros médicos. Los datos están ahí, los españoles se gastaron en 2020 más de 2.600 millones de euros en tratamientos estéticos, y todo ello en pleno confinamiento y con la crisis económica.

Este sector, en pleno auge a nivel global, tiene en España un amplio interés por parte de la ciudadanía debido a sus avances en innovación. La oferta actual de tratamientos es extensísima, desde injertos de pelo hasta aumento de glúteos, cirugías íntimas, liposucción, ácido hialurónico, aumento de pecho...

Se calcula que unas 400.000 personas contratan cada año alguno de estos tratamientos. Te mostramos ahora cuáles son los más demandados en el ámbito facial.

Inyecciones de bótox

La toxina botulínica sigue siendo la reina. Se trata del tratamiento facial más demandado a partir de los 40 años, pero se puede empezar a utilizar antes de manera preventiva para evitar la aparición de líneas de expresión.

El bótox es una sustancia que bloquea la secreción de acetilcolina y consigue que los músculos se relajen. Se inyecta allí donde existen líneas de expresión, en dosis minúsculas, y elimina esas arrugas evitando la aparición de nuevos episodios. Las técnicas actuales consiguen que el resultado sea completamente natural, sin restar expresividad al rostro.

Hidratación y aumento de labios

En segunda posición del ranking se sitúan el aumento e hidratación de labios. La clave consiste en aplicar ácido hialurónico a estas estructuras, en la zona peribucal, a modo de agente rehidratador.

El ácido hialurónico está presente de manera natural en el organismo, luego no es un producto que pueda causar ningún tipo de molestia. Su efecto estético es de rejuvenecimiento y perfilamiento de los labios, pero además ofrece una función protectoria y corrige las asimetrías aportando más volumen.

Tratamientos frente a las ojeras

Otro síntoma de envejecimiento del cutis es la aparición de ojeras y bolsas. Por ello, la industria del rejuvenecimiento facial pone mucho interés en estos tratamientos. Uno de los más demandados es la corrección de ojeras mediante técnicas seguras y eficaces.

La dinámica es similar a los labios, con rellenos de ácido hialurónico en ciertos puntos para recuperar la sensación de párpado liso. Este procedimiento también se denomina blefaroplastia, y permite eliminar ojeras sin cirugía, con un completo análisis facial que pretende dar volumen a la zona ocular y tensar todo esa área.

El lifting 4D, lifting facial sin cirugía

Otro tratamiento novedoso que no requiere cirugía es el lifting 4D. Se trata de un proceso de lifting de la piel aplicado en ciertos puntos estratégicos que consigue combatir el envejecimiento.

Se puede aplicar en hombres y mujeres con una horquilla de edad entre 35 y 75 años y solo requiere de dos sesiones, una cada mes, aunque el resultado final depende de las condiciones en las que se encuentre la piel. Es un proceso un poco doloroso, pero es solo durante la aplicación. El tratamiento puede ser realizado en todo tipo de pieles.

Inyección de vitaminas para conseguir un cutis más nutrido

La propia aplicación de ácido hialurónico es un tratamiento que puede incluirse dentro de este grupo. La dinámica consiste en aportar vitaminas, péptidos, proteínas y otros nutrientes al rostro con la ayuda de microagujas.

El objetivo de estos tratamientos, que suelen espaciarse en el tiempo para completar cuatro sesiones al año, es conseguir que la piel luzca más tersa y brillante, con mayor grado de iluminación y sin imperfecciones, fresca y juvenil.

Los hilos tensores

Esta denominación hace referencia a un tratamiento que consiste en implantar varios micro hilos en forma de red para que ayuden a soportar los tejidos y promover la producción de colágeno. Se utilizan para rejuvenecer el rostro y se aplican con un doble objetivo: eliminar arrugas y líneas de expresión, y levantar las cejas o redefinir el óvalo de la cara y el contorno de la mandíbula.

Estos hilos pueden ser permanentes, cuando están hechos a partir de propileno; o bien temporales, que son de dioxanona, un material que reabsorbe el organismo sin necesidad de operación cuando pasan unos dos años desde el tratamiento. Los hilos tensores potencian el efecto lifting sin necesidad de pasar por el quirófano.