La llegada del verano está impepinablemente unida al calor y, con este, las discusiones sobre el aire acondicionado: que si está muy alto, que si está muy bajo. En fin, que por toda España, tanto en oficinas como hogares o establecimientos comerciales, el debate sobre a qué temperatura debería ponerse está a la orden del día. Todo ello porque, claro está, las personas que tienen demasiado frío tienen temor por miedo a tener un resfriado.
¿Pero esto es realmente así? ¿Puede el aire acondicionado producirnos un catarro en pleno verano? Paqui Garcia, enfermera del Institut Català de la Salut (ICS) en Catalunya Central y adjunta a la dirección del Equip d’Atenció Primària (EAP) del Baix Berguedà, en declaraciones recogidas por el diario Ara, tiene clara la respuesta: "Siempre que no lo utilicemos correctamente, sí".

¿Puede provocarnos el aire acondicionado un catarro?
Para García, que el aire acondicionado pueda provocarnos un resfriado no quiere decir que no sea recomendable utilizarlo en verano. De hecho, esta profesional de la salud recomienda utilizarlo porque puede ser muy beneficioso, pero hay que tener en cuenta que se ha de utilizar de forma correcta. Es decir, para García, la clave está en que hay que poner el aire acondicionado a una temperatura en la que no estemos pasando ni frío ni calor.
Esto se consigue, según la especialista, en programar el aire acondicionado a una temperatura entre 24 y 26 grados centígrados. Esto es así porque es recomendable para evitar resfriados que haya una diferencia de temperatura de más de 12 grados entre el interior y el exterior, ya que eso sí que puede provocar que nos pongamos enfermos.
Además, se aconseja orientar el aire frío hacia la parte superior de la estancia, ya que su mayor densidad hace que descienda de forma natural. Esto favorece una distribución más eficiente del aire fresco en todo el espacio.

De poco sirve ajustar la temperatura del aire acondicionado sin una buena limpieza del mismo
Para poder evitar las enfermedades respiratorias a causa del aire acondicionado, no solo es necesario ajustar la temperatura sino efectuar un adecuado mantenimiento del aparato. Y en esto entra la correcta y rutinaria limpieza de los filtros del aparato, que según García debe ser de por lo menos una vez al mes.
Esto es necesario porque estos puede acumular polvo, polen, bacterias u hongos que, claro está, pueden diseminarse por el ambiente y acabar afectando a las personas. De ahí que sea necesario mantenerlos limpios para evitar que eso suceda.

Una buena hidratación es esencial en esta época del año
Mantenerse bien hidratado durante los meses más calurosos es clave, sobre todo si usamos aire acondicionado con frecuencia, ya que este sistema reseca el ambiente. Por ello, se recomienda beber agua con regularidad a lo largo del día, explica García.
Otro hábito saludable es ventilar bien la casa, asegura directora adjunta del EAP del Baix Berguedà. Lo ideal es abrir las ventanas durante las horas más frescas —por la mañana o al anochecer— y mantenerlas cerradas cuando el sol aprieta, para conservar una temperatura agradable en el interior.
En cuanto a alternativas al aire acondicionado, los ventiladores —ya sean de techo o de pie— también ayudan a refrescar el ambiente. Eso sí, conviene evitar la exposición directa al flujo de aire, ya que puede provocar molestias como resfriados o contracturas en zonas sensibles como el cuello, la espalda o la zona lumbar.