Cómo mantener una dieta sana y equilibrada

Hacer ejercicio regularmente y mantener una dieta equilibrada son dos de los factores fundamentales para evitar el sobrepeso y la obesidad y, por ende, tener mayor riesgo de padecer otras enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial y otras alteraciones cardiovasculares.

Las claves para mantener una dieta sana y equilibrada son, principalmente, seguir una alimentación variada, evitar los alimentos ricos en calorías y poco nutritivos, consumir diariamente frutas y verduras y conocer las proporciones que se deben ingerir de cada tipo de alimento.

Una nutrición equilibrada aportará la proporción adecuada de macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), micronutrientes (vitaminas, minerales y antioxidantes) y fibra. Debe ser rica en alimentos de origen vegetal que, además de aportar vitaminas y minerales, nos den agua y fibra.

Cómo tener una dieta equilibrada

Consume todos los días verduras, hortalizas y cereales.
Toma fruta fresca todos los días.
Toma legumbres al menos dos veces por semana.
Consume leche, yogures o quesos bajos en grasa. El calcio que aportan es imprescindible para favorecer la mineralización ósea y prevenir la osteoporosis.
Evita en la medida de lo posible las carnes rojas. Escoge la carne magra y tómala dos o tres veces por semana. La carne roja es recomendable no consumirla más de una vez al mes.
Consume pescado blanco y azul varias veces por semana.
Bebe unos dos litros de agua al día.
Reduce al máximo el consumo de bollería industrial, dulces y pastelería. Así como también el fast food o comida rápida.
Evita las bebidas alcohólicas.
Establece el aceite de oliva como la principal grasa de tu dieta. Se puede utilizar tanto para aliñar como para cocinar, aunque hay que abandonar los fritos.
Realiza cinco comidas al día, es lo recomendable. Es importante no dejar de hacer ninguna de las comidas y es preferible repartir las ingestas diarias en cinco veces que no en solamente tres de mayor tamaño.