Seguro que has escuchado en un montón de ocasiones frases como “la fruta ya no sabe a nada”, “antes sí que se comía bien” o “la dieta mediterránea es la mejor”. Probablemente todas sean verdad. Así que, desde El Telescopio nos hemos propuesto animarte a que comas mejor y a que consumas productos más sanos.

Así que, hemos hecho lo que deberías hacer tú: en primer lugar, hablar con una persona experta en nutrición. Nada de la dieta de la alcachofa de tu prima, ni diez trucos de esos que abundan en internet.

Cada año mueren 420.000 personas por comer alimentos contaminados 

Alimentación sana
Nuestra experta es Teresa Salinas, fundadora de Código Saludable, una plataforma que quiere generar una comunidad de personas que opten por una forma de alimentación más sana.

Tras una vida dedicada a la nutrición y a formar a nutricionistas, decidió olvidar los criterios empresariales, más enfocados a “imponer una dieta y unos suplementos”, y hacer realidad su sueño: “Ayudar a personas a trabajar la alimentación desde otro prisma”.

Las enfermedades transmitidas por los alimentos suelen ser infecciosas o tóxicas

El producto
El primer eslabón de la cadena es, lógicamente, el producto. Y, ya que hoy es el Día Mundial de la Inocuidad de los alimentos, es un buen momento para recordar su importancia. “Las enfermedades transmitidas por los alimentos suelen ser de naturaleza infecciosa o tóxica. Con frecuencia son invisibles a simple vista y están causadas por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas que entran en el organismo a través de alimentos o agua contaminados”, señalan desde Naciones Unidas.

Se trata de un asunto serio: se calcula que cada año mueren en el mundo 420.000 personas por comer alimentos contaminados, 125.000 en edad infantil. “Los alimentos no inocuos son una amenaza para la salud humana y las economías. Afectan desproporcionadamente a las personas vulnerables y marginadas, especialmente a las mujeres y los niños, y a las poblaciones sujetas a los conflictos y la migración”, afirma la ONU.

El lema de la campaña de este año es "La inocuidad de los alimentos es un asunto de todos". Tiene como objetivo “promover una mayor conciencia en todo el mundo sobre la inocuidad de los alimentos y es un llamamiento a tomar medidas a todos los agentes implicados: los países, los encargados de la toma de decisiones, el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones de las Naciones Unidas y el público en general”.

Lo que creemos que es comer saludable, al final no lo es tanto

Conocer para mejorar
Salinas, por su parte, cree que es fundamental conocer los alimentos para establecer una relación “sana y natural” con ellos.

Algo que no es sencillo: “Hay tantísima información que puede ser un hándicap, porque al final confunde y lo que creemos que es comer saludable, al final no lo es tanto. Parte de la culpa es del marketing fraudulento que se hace con muchos productos”, explica.

Reconoce que “como consumidor es difícil”.  Por eso, proponer buscar “un asesoramiento personalizado” que “te ayude a descubrir”.

Compra más en mercado que en supermercado

Sin etiquetas
Su receta es sencilla: “Intenta alimentarte sin etiquetas”. Es decir, productos naturales antes que los que vienen de factorías e industria.

Y lo formula en una frase que es muy fácil de recordar: “Compra más en mercado que en supermercado”. Según ella, con este comportamiento tan simple, “tendrás más opción de comer de forma saludable”.

Tampoco se trata de hacer algo muy novedoso, porque la mejor manera de conseguirlo es hacer lo que hemos hecho toda la vida: “La dieta mediterránea, tomar más fruta, verdura, legumbres, pescado salvaje, carne que no tenga una producción masiva”.

No se trata solo de poner unas pautas nutricionales

Desde la niñez
Salinas explica que muchos de nuestros comportamientos vienen de nuestra niñez, cuando los dulces y otros alimentos poco saludables se convierten en premios. Y eso hace que en la edad adulta, en situaciones de estrés, los consumamos.

“Mente, cuerpo y emoción son un todo”, dice. “Hay que intentar evitar la tentación de la mente”. Por eso, las dietas no son eficaces: “No se trata solo de poner unas pautas nutricionales. Tienes que trabajar la mente, cambiar conductas que son las que te llevan al deseo de alimentos que no son tan saludables de forma inconsciente. Hay que despertar la conciencia y darse cuenta de que se pueden tener unos hábitos alimenticios mucho más saludables”.

Sin dietas
Seguro que conoces a alguna persona de esas que están siempre a régimen. “Cuando una persona se tira toda la vida a dieta, no tiene una relación con la comida adecuada. Y eso es porque no se trabaja la parte mental”.

Su metodología se basa en analizar “cómo es tu sueño, tu planificación diaria, tu trabajo, qué relación tienes con la naturaleza, tu vida social…”. La ha desarrollado gracias a sus conocimientos de nutrición -de hecho, comenzó en clínica- y coaching. De esa forma, se consigue “despertar la conciencia” para identificar “lo que puede influir más en cambiar tus hábitos”. 

Por eso, “no hay patrones a seguir, es adaptarte a tu circunstancia y adaptar la nutrición a tu estilo de vida”.