La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ha advertido de un nuevo fraude, en esta ocasión mediante una marca de supermercados para ofrecer atractivos descuentos y promociones que nada tienen que ver con la realidad y son el mecanismo para estafar a las víctimas. Se trata del gigante alimentario alemán Lidl.
Los ciberdelincuentes aprovechan internet para posicionar en Google páginas de publicidad maliciosa que dirigen a una página web falsa que suplanta la identidad de Lidl.
Además, INCIBE, el Instituto Nacional de Ciberseguridad, también ha dado cuenta en su página web de este nuevo caso de phising después de que un usuario se percatara de la trampa: buscaba un sofá, y lo encontró a precios muy competitivos en Lidl. En concreto, a 66 euros.
Ante una gran promoción, que parece de esas que no se pueden rechazar y que estaba a punto de llegar a su fin, decidió comprarlo, entrando en la web. Sin embargo, la página en la que realizó la compra no era la oficial de la cadena, sino un portal fraudulento que la suplantaba.
Una vez realizada la compra con aparente normalidad, le llamó la atención que el correo de confirmación y seguimiento del pedido que recibió tenía un remitente con una dirección de correo muy extraña, que no le inspiró confianza.
Pasados unos días sin recibir el producto, intentó establecer contacto respondiendo a dicho correo, sin recibir respuesta por parte del presunto vendedor. Después, se dio cuenta que había sido víctima de una estafa.
Desde la entidad de ciberseguridad, por ello, advierten que hay anuncios falsos de Lidl con productos de todo tipo: electrodomésticos, infantiles, de jardín. Y ante grandes descuentos y promociones hay que desconfiar y siempre asegurarnos de que aparece en la página oficial de la tienda.
Recomendaciones si eres víctima de una estafa
Si has tenido la mala suerte de haber picado en este tipo de estafas en internet, desde la OCU recomiendan los siguientes pasos:
- Comunicar el robo al banco.
- Bloquear la tarjeta con la que se haya realizado el pago.
- Denunciar los hechos.
- Reclamar el dinero. En este sentido, recordar que las entidades tienen la obligación de revisar y auditar periódicamente los procedimientos, lo que implica, por ejemplo, bloquear operaciones que se salgan del patrón habitual de pagos, disponer de tecnología antiphishing para detectar páginas clonadas o prevenir y detectar ataques mediante la infección por virus de ordenadores u móviles.