Nos habían contado los dirigentes del PP que, sólo con la llegada al poder de unos gobernantes solventes, la confianza en la deuda española se reforzaría. Y no ha sido así. Los gobernantes del PP no dan más confianza que los del PSOE: depende de lo que hagan y lo que legislen.

Muchas gentes han votado PP confiados en que garantizaban una mayor confianza internacional en España. España. No ha sido así: a los españoles nos han rebajado la calificación de nuestra deuda dos escalones hacia abajo.

Hoy, con Mariano Rajoy, la confianza en la deuda española es más baja que con Rodriguez Zapatero.

Hoy se demuestra que la crisis de la deuda española es también la crisis de la deuda de más de media Europa. Hoy se demuestra que Zapatero debió de contar con todo el apoyo del PP en sus medidas económicas y no con una crítica carroñera. Hoy se demuestra que Zapatero seguramente cometió errores con su izquierda, pero no con la derecha.

El PP de Rajoy ha ganado las elecciones diciendo que daría confianza y adoptaría medidas económicas eficientes. Y hoy se nos dice en el mundo que ni da confianza ni toma medidas eficientes.

Votar a Rajoy se está demostrando un error, una ensoñación bien diseñada, un silencio lleno de trampas, un engaño a los desesperados, un deseo de cambiar por cansancio y no por racionalidad, un cambiar a un conductor que puede hacer algunas eses por otro que no sabe dónde va pero que quiere conducir el autobús a cualquier precio.

Vamos a ver si tenemos las ideas claras: mientras el déficit español no esté en el 3% (o menos, del PIB) nadie se fiará de nuestra deuda de forma sostenida.

Con la que está cayendo, Rajoy (o uno de sus varios ministros de Economía) ha dicho que se retrasa la obligación de las Comunidades Autónomas de devolver los anticipos del Estado ¡diez años!. Rajoy se cree que los inversores no saben leer español.

La realidad es que en el PP hay un genio sociológico que se llama Arriola que explicó a Rajoy cómo se ganan unas elecciones sin decir nada cuando hay miedo. Pero ahora Arriola no es ministro, ha terminado su trabajo con éxito y no tiene que que decir nada más a Rajoy.

Rajoy ahora tiene que hacer algo que sea útil para el bienestar futuro de los españoles. Rajoy no puede recordar un pasado donde él fue insolidario y catastrofista. Rajoy tiene que evitar que la valoración de la deuda española sea cada día más baja.

Rajoy tiene que evitar que muchos ciudadanos piensen que votar a Rajoy fue un error.

Luis Solana es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
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