Feijóo se las prometía muy felices. Ya se veía de presidente. Lo decían todas las encuestas de la derecha. Ya no temía nada, por eso se permitió el lujo de mostrar su verdadera cara. ¿Por qué no iba a pactar con Vox en Comunidades y Ayuntamientos, si era lo mismo que iba a hacer en España tras el 23J? Pero ahí fue donde su Verano Azul, se volvió negro, muy negro.

Feijóo no va a gobernar España porque los españoles no le han dado el apoyo que él creía que iba a tener según las encuestas. Feijóo no va a gobernar porque el resto de grupos parlamentarios no aceptan que su socio preferente sea Vox. Feijóo no va a gobernar porque cada día está más solo dentro y fuera del PP.

Contra viento y marea, Feijóo sigue refugiándose en la mentira. Ha afirmado que: “A lo largo de toda nuestra historia democrática, siempre se ha reconocido que la fuerza política ganadora en las elecciones generales es la que debe gobernar”. Miente y sabe que miente. Hasta Twitter lo ha tenido que corregir. ¿En qué artículo de la Carta Magna se dice eso? La Constitución establece en su artículo 99 el procedimiento de elección de un Presidente del Gobierno, y en ningún momento se exige que el partido más votado tiene que gobernar. Gobierna quien consigue mayoría en el Congreso. Otra mentira más del aún lider del PP.

Tras las elecciones Feijóo y Abascal se reunieron en secreto, en una comida que duró más de dos horas para analizar los resultados del 23J. El PP primeró lo negó, pero luego no le quedó más remedio que reconocerlo. Otra mentira más. ¿Se avergüenza Feijóo de una foto con Abascal a estas alturas?

Feijóo siempre ha sido un hombre de principios, y si no gustan, siempre tiene otros

Nadie quiere pactar con Feijóo salvo Vox. La ultima estratagema, del aún lider del PP, ha sido escenificar con Abascal que la ultraderecha apoyará su investidura sin pedir nada a cambio, para ver si así logra atraer otros apoyos. ¿A quiénes van a engañar?

Y es que donde gobiernan, acuerdan recortes de derechos y libertades. Como en La Solana (Ciudad Real) donde la primera propuesta de la alcaldesa del PP ha sido la de subirse el sueldo un 34% y la segunda cargarse los minutos de silencio contra la violencia machista. O en el Ayuntamiento de Zaragoza, donde el PP ha retirado su apoyo a la Fundación Labordeta ante la presión de Vox.

Y mientras se sienta, pacta y negocia con Vox, Feijóo le envió una carta a Pedro Sánchez para reclamarle un reunión. Pero, ¿por qué se burla de los españoles? Pero si hasta sus propios compañeros de partido se lo han dicho claro al todavía líder del PP: “No se puede decir que vas a derogar el sanchismo y luego pedir una reunión urgente a Pedro Sánchez”. La respuesta de Sánchez no se hizo esperar: un no rotundo que resonó en España por la contundencia de su negativa.

En ese quiero y no puedo, el PP hasta quiere acordar con Junts. Hace una semana anunciaron la opción de hablar con el partido de Puigdemont “dentro de la Constitución”, pero al día siguiente dieron marcha atrás y argumentaron que la negociación con Junts para investir a Feijóo “no está encima de la mesa”, pero ahora vuelven a abrir la puerta a negociar con Junts. Y es que Feijóo siempre ha sido un hombre de principios, y si no gustan, siempre tiene otros.

El PNV ya se ha desmarcado hasta en dos ocasiones de cualquier posibilidad de apoyar al PP. UPN asume que Feijóo no será presidente y advierte que “no se puede estar engañando a la gente”. Y Coalición Canaria dependiendo del día dice una cosa y la contraria.

El PP está en una deriva patética. No sabemos quien asesora a Feijóo, pero sus permanentes vaivenes y las barbaridades que dice cada día, demuestran que nunca tuvo la altura política necesaria para poder ser presidente de España. El aún lider del PP sabe que la única opción que le queda es repetir elecciones. Las encuestas le dieron como ganador, pero fue derrotado por la realidad. El PP soñó en su verano azul, con alcanzar una cifra superior a los 160 escaños, forzando así un Gobierno en solitario con apoyos puntuales. Nada más lejos de la realidad.

No sabemos quien asesora a Feijóo, pero sus permanentes vaivenes y las barbaridades que dice cada día, demuestran que nunca tuvo la altura política necesaria

El cordón sanitario contra la extrema derecha en España se cierra sin remedio y el PP cada día se difumina más con los planteamientos del Vox más radical, después de estar gobernando con ellos en 4 Comunidades Autónomas y en 140 Ayuntamientos. El tic tac del reloj no para, y Feijóo sabe que tiene los dias contados como líder del PP.

Pedro Sánchez ha dejado muy claro que existe una amplia mayoría social para que España continúe avanzando y el PSOE seguirá trabajando para articular una mayoría en la que España siga creciendo, creando empleo y progresando en derechos y libertades.

La mayoría social de los españoles fue a votar el 23J para impedir que la ultraderecha llegara al Gobierno. Hoy PP y Vox apenas tienen el 45% de los votos. Y todos los demás ciudadanos, tan distintos, coinciden en algo. Coinciden en que no quieren a Feijóo como presidente ni a Abascal como vicepresidente. Los votos de los españoles fueron claros, quieren una España plural y diversa y no una España anclada en el pasado. Por eso las maniobras desesperadas de Feijóo también terminarán en fracaso.