Un cínico que no cree más que en el poder ya es presidente: Mariano Rajoy.

Un socialista gris y sin ideas, ya es un mártir para mucha gente: Pedro Sánchez.

Un partido que siempre supo hacer realidad los sueños posibles, anda sin metas desde hace años y entra en fase de debatir sólo quién manda: el PSOE.

Una coalición ilusionada, empieza a dejar de ilusionar por no saber distinguir la protesta de la solución y va camino de convertirse en un partido de impotentes: PODEMOS.

¿Empieza un tiempo político nuevo? No, por favor, no empieza un tiempo nuevo: empiezan a actuar nuevos actores, pero los retos serán siempre los mismos retos (parece que cambian) y las diferencias sociales serán siempre las diferencias sociales.

Unos pensarán que creando riqueza (y ricos) todos mejoraremos y otros pensamos que mejorar la distribución nos distingue de los otros. Y que hay que proponer ideas para que eso sea posible en un mundo que está cambiando en globalización y en tecnologías.

Estamos pasando malos días en la política española: nadie habla de ideas ni de sueños ni de medios, habla de quién manda y cómo se reparte el poder.

Habrá jóvenes emprendedores en todo nuestro entorno: unos en la política y otros en la empresa, pero habrá nuevos líderes.

Los de hoy, no valen.