Todas las encuestas –algunas aciertan de cuando en vez-indican que una inmensa mayoría de españoles no quieren ver ni en pintura una tercera llamada a las urnas el próximo 18 de diciembre.

Tampoco hace falta ser un tahúr de los sondeos para concluir esta realidad porque la misma se puede sacar de cualquier conversación que se mantiene a diario entre los ciudadanos en el transporte público, bares, restaurantes y demás aquelarres del pueblo llano.

Si los cuatro principales dirigentes políticos no saben o no quieren pegar el oído al surco de ese pueblo la colectividad nacional acabará por demandárselo de forma clara y expedita. Esto también lo reflejan las encuestas en forma de abstención o votos en blanco.

Alternativas

Está meridianamente claro que la alternativa presentada en semanas pasadas por el Partido Popular, más Ciudadanos y Coalición Canaria no es suficiente para muñir una mayoría parlamentaria que permita, en primer lugar, la investidura de Mariano Rajoy y, posteriormente, la gobernabilidad de un país sumido en varias crisis graves y de gran calado comenzando por la amenaza secesionista catalana. Para ello el PSOE una docena de diputados de ese grupo debería abstenerse. No parece el caso. ¿Entonces?

Pues que como existen otras alternativas en la suma de votos en el Congreso se intente, pero en serio y a calzón quitado. Pedro Sánchez debe dejarse de tapujos e ir directamente a la negociación con “Podemos”, independentistas y otros grupos porque con Albert Rivera no se puede contar para ese viaje.  Si continua mareando la perdiz sin sustanciar será para él, para el PSOE y para España peor el remedio que la enfermedad.

Nadie se va a escandalizar ya de nada. Rodríguez Zapatero gobernó durante casi ocho años con ERC –que era igual de independentista que ahora, que yo sepa-y no pasó nada, salvo los gruñidos de los ultras y exaltados que bien mirado tampoco van a parte alguna.

25-S

Volver a insistir en que el país necesita un gobierno es como volver a comer guindillas ajadas. Lo exige el sentido común, Hollande, Renzi, Gabriel y, sobre todo, el pueblo español realmente alucinado con lo que ocurre.

Incluso, necesitamos un Gobierno para ponerle a parir. ¿Por qué de lo contrario qué demonios pintamos el resto?

Dicen y repiten hasta la saciedad que la única posibilidad de desbloqueo está en las elecciones autonómicas en el Pais Vasco y Galicia el próximo 25 de septiembre. ¡Está por ver! Sencillamente esta columnista no lo ve por parte alguna, salvo sorpresa monumental en ámbos casos que me parecen ahora mismo fuera de todo lugar.

Lo más sensato que he oído sobre el “bloqueo” estos días lo ha dicho Felipe González en Chile: ninguno de los cuatro candidatos debería repetir. En ello hay unanimidad entre la concurrencia.