¿Vuelve al paso alegre de la paz o con el cara al sol -según evocaba ayer en El Mundo Fernando Sánchez Dragó- la Sevilla de los señoritos de toda la vida? ¿Vuelve aquella Sevilla de los militares sublevados, que cada noche mancillaba por la radio el general Queipo de Llano [recomendamos a estos efectos el libro de Ian Gibson, titulado Queipo de Llano. Sevilla, verano de 1936. Con las charlas radiofónicas completas].

Afable predicador
No exageramos en absoluto. Quienes han recuperado su presunta historia de España, donde es posible que  Queipo de Llano, por ejemplo, nos sea presentado ahora como una especie de afable predicador pacifista no ha sido la izquierda.  Tampoco la Ley de la Memoria Histórica, tan criticada e insultada desde el Partido Popular y sus tentáculos mediáticos porque rompía –decían- el consenso de la transición. Fueron José María Aznar y su Gobierno, en el que siempre estuvo Mariano Rajoy Brey, los que han reescrito la historia, la que nos enseñaban obligatoriamente a través de la asignatura falangista Formación del Espíritu Nacional.



Nos han ocultado la historia
Cantaba, sigue cantando, Raimon, con toda  razón total: “Ens han amagat la història i ens diuen que no en tenim, que la nostra es la d´ells” [“Nos han ocultado la historia y nos dicen que no  tenemos, que la nuestra es la de ellos”]. Pues eso –ocultarnos la historia- es lo que promovió Aznar. El mismo que escribía artículos favorables a la dictadura y al general Franco. El mismo que de joven era falangista. El mismo que, como jefe de Gobierno, financió con muchísimo dinero público el Diccionario biográfico de España, impulsado por Gonzalo Anes, presidente de la Academia de la Historia, más de derechas que José Antonio Primo de Rivera.

Cada vez más
¿Es de extrema derecha el PP? Cada vez más. Este numerito de la historia manipulada, maquillada y falseada ratifica que el PP forma parte de la herencia del franquismo. Su deriva contra los inmigrantes  no es un bulo o un rumor. Es la realidad, como puede probarse fácilmente. Los nombres clave a día de hoy son Rajoy, Alicia Sánchez Camacho y Xavier Albiol. La ciudad piloto de los xenófobos es Badalona.

Ruge la marabunta amarilla
Al candidato Alfredo Pérez Rubalcaba lo han ametrallado dialécticamente. Ruge la marabunta amarilla, la prensa afín a los genoveses. Tratan de equipararlo a Al Capone, más o menos, y uno de los colaboradores más cercano a Rajoy, Jorge Moragas, demuestra que siempre ha sido un pijo de Barcelona, a veces simpático y por lo general, faltón. Pues bien, esto es lo que viene y lo que ya está aquí. Faltan diez meses. Te toca a ti: ¡Alfredo, no nos falles!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM