Tras la vuelta de las minivacaciones que supone el puente de 12 de octubre, no pocos consumidores pueden recibir una terrorífica factura de su compañía de telecomunicaciones si han viajado a un país de fuera de la Unión Europea. Una factura con llamadas y, sobre todo, conexiones a internet en roaming.

Aunque desde junio de 2017 los usuarios no pagamos sobreprecio por utilizar el móvil en el resto de la UE, las tarifas de itinerancia -las que las compañías del país cobran a la nuestra más su margen de beneficio- siguen aplicándose cuando viajamos a lugares tan cercanos como Marruecos, Andorra, Suiza o el Reino Unido post Brexit.

Son tarifas elevadísimas, pero que por ley no pueden dar lugar a las facturas de cientos o incluso miles de euros que en muchas ocasiones cargan las compañías. Si eso ocurre, la teleco se ha saltado un protocolo. Una regulación establecida en la legislación europea desde 2012 que establece que cuando los servicios utilizados en roaming alcanzan un importe de 50 euros más IVA, la compañía debe cortarnos la posibilidad de realizar llamadas o navegar por internet y enviarnos un mensaje para advertirnos de que hemos llegado a ese límite.

Tras ese mensaje de advertencia y de paralización del servicio, tenemos que ser nosotros los que indiquemos expresamente que queremos seguir utilizándolo. Si la teleco no sigue el protocolo, todo lo que exceda de esos 60,50 euros -los 50 más IVA- en la factura representa un cargo ilegal. Podemos reclamarlo y anularlo.

Además, si al llegar al país de fuera de la UE no recibimos un mensaje informándonos de cuáles son las tarifas que van a aplicarnos allí, también podemos exigir que los cargos que nos apliquen sean exactamente los mismos que abonamos en España.

Lamentablemente, es muy habitual que las compañías de telecomunicaciones se nieguen a aceptar sus errores y pretendan de forma insistente que paguemos esas facturas de infarto. Algo que debería llevar tanto a las autoridades autonómicas de consumo como a la oficina de atención al usuario de telecomunicaciones del Ministerio de Asuntos Económicos a abrir expedientes sancionadores cuando reciben reclamaciones por estas irregularidades.

La permisividad de las administraciones ante estas prácticas hace que las telecos se sientan bastante tranquilas cuando intentan colar a sus clientes recibos cuyas cuantías se saltan la normativa europea. Recibos por los que muchos llegan incluso a contratar préstamos para poder pagar cantidades que pueden ascender a varios meses de sus salarios.

Así que ya sabes. Si has usado el móvil en roaming, revisa los cargos en tu factura porque no tienes que pagar absolutamente nada que exceda de los 50 euros más impuestos. Incluso puedes eludir esos cargos extra si no recibiste el mensaje cuando llegaste a tu destino.