Todo aquello fue más que nada ridículo, pero en efecto existió. Ahora, cuando se acerca el 20-N y parece que Mariano Rajoy puede ser presidente del Gobierno, los efluvios populistas  empiezan a desvanecerse o evaporarse. El líder conservador va predicando por ahí –en ocasiones incluso contradiciendo a sus fervorosos heraldos- la doctrina empresarial, la que gusta a la CEOE, la del despido barato y, a ser posible, gratis. Pons había sentenciado que la indemnización por despido no iba a recortarse, “en ningún caso”. Pero Rajoy ha dejado a Pons –en lenguaje coloquial- con el culo al aire. El candidato de la derecha, además, ya ha advertido de que el seguro de desempleo se tambaleará si él gana las elecciones. Le preocupa, según ha declarado, la cuestión del seguro o amparo de los parados porque  se trata de un “agujero que se lleva todo el dinero”.

Propuestas ocultas
¿Alguien sabe si en alguna oportunidad Rajoy ha anunciado que, entre sus propuestas –que permanecen, por cierto, ocultas- baraje una ley que prohíba las multimillonarias indemnizaciones que cobran los altos ejecutivos de empresas e instituciones bancarias, que son un inmenso insulto al conjunto de la ciudadanía? Los recortes irrefrenables que los populares y convergentes ejecutan sin piedad, favoreciendo a los ricos y castigando a los más necesitados, son una muestra adelantada de lo que espera a este país si gobierna Rajoy. Las privatizaciones se multiplican y, a gran velocidad, se extiende el capitalismo salvaje en sectores como el de la educación, sanidad y lo que se ponga por delante.



Más que unas elecciones
La batalla del próximo día 20 de noviembre es mucho más que unas elecciones. No es una cuestión de siglas y a ver quién gana y quién pierde, sotanito o menganito. Muchos pensaron entonces que era esto, una cuestión de siglas, pero hace un año estalló el Gobierno tripartito catalán. Lo que ha venido luego, con Artur Mas de presidente y el apoyo del PP a CiU, es conocido. Los recortes son grandiosos sobre todo en lo concerniente a temas sociales. Más tarde llegó el 22-M y hubo otro salto hacia atrás en el conjunto de España. Y ya se ha visto cómo se las gasta el PP a la hora de ir cercenando el Estado del Bienestar. Con Rajoy señalando rebajas para los desempleados y rebajas al máximo en indemnizaciones sociales. Sólo nos quedan las urnas. A votar, por consiguiente.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM