Hace unos meses veíamos a todos nuestros políticos fanfarronear sobre la excelente salud del sistema financiero español que pasaba todas las pruebas de estrés con nota. Pues bien, todo era mentira y no ha pasado ni un año y estamos al borde del precipicio y el enfermo se nos muere.

Ante estos hechos, en los próximos días aterrizarán en España representantes de las empresas financieras: Roland Berger y Oliver Wyman que  nos darán un informe detallado  de cuál es el estado de salud e nuestros bancos. Posteriormente llegarán otras tres, de momento sin concretar.

¿Pero realmente es necesario que vengan  empresas extranjeras con minutas desorbitantes a evaluar nuestros bancos o esta labor la debería haber llevado a cabo el Banco de España? Esa es la gran pregunta que nadie quiere contestar. Seguramente si el actual gobernador de dicha entidad hubiese sido elegido por el Partido Popular, el Gobierno no hubiese tenido ningún reparo en encomendarle el trabajo pero Miguel Ángel Fernandez Ordóñez, fue elegido por el anterior gobierno socialista. Y en una palabra, no les gusta. Pero hay que destacar que dicho banco tiene un equipo de excelentes profesionales que podrían hacer ese trabajo.

Por el contrario,  financieros pertenecientes a empresas con intereses en España son los que nos van a revisar las cuentas. Ya dirán ustedes qué independencia puede tener  la empresa Roland Berger cuando su máximo responsable, Markus Krall estuvo en nuestro país, no hace mucho tiempo, buscando financiación para su proyecto empresarial. Pues bien ahora esta entidad es la que nos va a examinar.

En cuanto a la segunda compañía, Oliver Wyman, fue aquella que bautizó al  banco irlandés Anglo Irish Bank como “el mejor banco del mundo” en 2006, dos años antes de que fuera nacionalizado tras quebrar.

¡Unos linces!

Ambas empresas  tienen un reducido número de expertos en el sector financiero en España, sin embargo dicen que en un mes tendrán el diagnóstico.

Y por un milagro de última hora parece que nos hemos librado de otra curiosa auditora: Blackrock, un importante  fondo de inversión estadounidense con intereses en bancos españoles. A finales del 2011 la citada empresa se deshizo de 3´5 millones de euros que tenía invertidos en  el Santander, BBVA, Popular, Bankinter, Sabadell, CaixaBank y Bankia,  en un momento de máxima incertidumbre

Pues bien, estos señores, son los que van a redactar un informe sobre los activos tóxicos bancarios. Y nos preguntamos ¿qué pintan estos buitres analizando y conociendo a fondo el sector bancario, dictando ordenes  al Gobierno de lo que debe hacer y al mismo tiempo invirtiendo importantes cantidades de dinero en operaciones ventajosas?

Esto es algo más que tráfico de influencias, es un presunto delito.

De hecho en el sector financiero español ha comenzado a crecer el miedo a que apliquen unas fuertes rebajas de valoración que les obliguen a incrementar aún más las provisiones y que más de uno y dos tengan que recurrir al FROB para sobrevivir.

Y ya se sabe “a río revuelto, ganancia de pescadores”... no se asombren si aparecen fondos de inversión a la compra de gangas. En época de rebajas, todo vale.

Y junto a esa noticia nos enteramos que el lavado de dinero negro  se va a poder hacer vía internet. No van a tener que pasar los pobres delincuentes  ni un mal rato en Hacienda y también los medios nos han informado de que Botín está dando saltos de alegría al enterarse que el juez Andreu de  la Audiencia Nacional ha archivado su causa por fraude fiscal, tras la regularización ante la Agencia Tributaria, o sea que la familia Botín han sido los primeros beneficiados de la citada amnistía.

Emilio Botín, su hermano Jaime y todos sus hijos se han salvado de la cárcel y de unas fuertes sanciones gracias a la benevolencia de la Agencia Tributaria, que en junio de 2010 les concedió un tiempo especial para regularizar su situación -con el pago de 200 millones de euros- sin ser sancionados y sin enviarles a un solo inspector.

Mientras tanto el resto de los ciudadanos nos preguntamos si va a haber un corralito, como pronosticaba hace una semana Paul Krugman, Premio Nobel de Economía, si cambiamos de banco o simplemente con qué moral vamos a ir a presentar nuestra declaración de renta. Yo con ninguna pues todavía me deben la devolución del año pasado mientras que a Jaime Botín, hermano de Emilio, le van a devolver 1,4 millones de euros que habría pagado de más por error.

Para los Botín hay dinero fresco para devolver pero a los ciudadanos de base nos atrasan la devolución de mil euros.

Pero con éstas cosas el Gobierno no se sonroja (ni por esto ni por nada) y tienen el valor de defender en público, como hizo Gallardón, al ultrareligioso  Carlos Dívar. Ese presidente del Consejo General del Poder Judicial que pasa sus “semanas caribeñas” de viernes a martes, en un hotel de lujo de Marbella con el que dice ser su sobrino.

¿Por qué le tenemos que pagar el relax a ese señor los que no llegamos a fin de mes o los cinco millones de parados? ¿Y por qué al sobrino? Claro que puestos a preguntar: ¿por qué debemos seguir pagando a los que desataron esta crisis? ¿A esos fondos de inversión, bancos y especuladores que después de arruinarnos, vienen a ver cómo está la salud el sistema financiero y además cobran por ello? ¿Por qué amnistía para los Botín y multas y persecución a los de la nómina?

Quieren que alimentemos a los buitres para que después nos ataquen con más fuerza.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora