Para Moreno Bonilla su prioridad ha sido subirse su sueldo un 19%, pero la sequía le importa bien poco y está jugando con el pan de muchísimas familias. La sequía en Andalucía es terrible y va a más, pero su gestión es nefasta. Ha dejado sin ejecutar 1.200 millones de euros para obras hidráulicas contra la sequía. No ha finalizado ninguna de las 17 obras de emergencia que declaró urgentes hace 3 años. No construye las nuevas desaladoras que prometió. Ha intentado ampliar regadíos en Doñana contra el criterio de Europa. Ha autorizado un macroproyecto turístico con campo de golf frente a este Parque Nacional. Gasta más en propaganda que en políticas de agua. ¿Alguien lo entiende?

¿Cómo puede gobernar Andalucía quien por la mañana pide dinero a Bruselas por la emergencia climática y por la tarde permite que todos los campos de golf sigan regándose? ¿Cómo puede pretender el PP ser un partido serio cuando la presidenta de Madrid compara la sequía en Cataluña con el cierre de una plaza de toros? Ni Moreno Bonilla ni Ayuso son serios ni les importa lo más mínimo los problemas de la gente. La política les viene grande.

Falta agua. Los embalses de las cuencas hidrográficas de tres provincias gestionadas por Moreno Bonilla, la de Almería, Málaga y Cádiz, están por debajo del 16%. La situación más crítica está en Almería con los pantanos al 8,93; en Cádiz están al 15,32% y en Málaga al 15,75%. A ello se suman otros muchos municipios de otras provincias, como el valle de los Pedroches en Córdoba, que llevan semanas sufriendo restricciones. Aún no ha llegado el verano y ya hay 8,5 millones de andaluces y andaluzas que conviven con algún tipo de corte en el suministro. Esta es la realidad.

Moreno Bonilla miente y sabe que miente cuando trata de culpar de todo al Gobierno de Pedro Sánchez, porque el 90% de las personas con problemas de abastecimiento viven en cuencas hidrográficas que dependen de la Junta de Andalucía. Más claro aún, que dependen del presidente andaluz del PP. ¿Por qué no hace nada? ¿Por qué sigue sin aprobar un plan ante la grave situación? ¿Dónde están las desaladoras portátiles que anunció para principios del verano?

Su prioridad es que no haya problema de abastecimiento en Semana Santa ni en la Feria de Sevilla. El resto le da igual. ¿Y en verano sin agua qué ocurrirá, tendremos que ducharnos con Coca-Cola? ¡Es una barbaridad!

Es una barbaridad que el presidente andaluz del PP prometiera en la campaña electoral de 2018 numerosas e importantes obras hidráulicas en aquellas zonas con déficit hídrico, para favorecer el riego y garantizar el abastecimiento humano, pero no ha hecho nada, salvo culpar a Ayuntamientos y al Estado. Si hubiese cumplido lo que prometió, los efectos de la sequía sobre el abastecimiento serían mucho menores.

Es una barbaridad que Moreno Bonilla prometiese que esta sería la legislatura del agua, cuando las inversiones brillan por su ausencia. En cinco años ha gastado más en publicidad, propaganda y autobombo que en obras hidráulicas. Un 25% más. ¿Por qué nos toma el pelo Moreno Bonilla a los andaluces?

Es una barbaridad que Andalucía, entre resort de lujo, espacios federados o campos de entrenamiento tenga 114 campos de golf -esto representa el 25% del total que hay en España- que consumen el agua equivalente a más de un millón de personas. Moreno Bonilla dice que “esto no es el problema”. Y en parte es cierto, el problema es él, que no hace nada.

Es una barbaridad que Moreno Bonilla ante la sequía solo plantee ir a Europa, porque sabe que allí ha perdido toda su credibilidad por su gestión respecto al Parque Nacional de Doñana y porque no están ejecutando los fondos europeos de los que ya dispone para afrontar la sequía. Antes de pedir más, tendrá que gastar lo que tiene.

Es una barbaridad que el presidente andaluz del PP recaude el canon de agua para saneamiento, depuración y abastecimiento, en toda la región, incluidas las cuencas que no son de competencia autonómica, pero no lo ejecute.

Andalucía es la comunidad autónoma más expuesta a la desertificación junto a Cataluña. Una quinta parte de Andalucía sufre un proceso de alta erosión. Llevamos meses donde las lluvias brillan por su ausencia. ¿Y frente a esta preocupante situación qué decisiones está adoptando el presidente andaluz del PP? Ninguna.

Siempre se puede hacer más, pero Pedro Sánchez ha destinado a Andalucía un 40% más de recursos para obras hidráulicas que cuando gobernó el PP. Ha movilizado recursos millonarios urgentes para asegurar el abastecimiento de agua y ha invertido más de 4.000 millones en sector agrario, de ellos 140.000 millones en ayudas directas, más que nunca, para aliviar la difícil situación del campo español en general y particularmente de Andalucía.

Al inicio de la legislatura, en el Parlamento andaluz, el PSOE ofreció un pacto por el agua, pero Moreno Bonilla lo rechazó. Después se le planteó un grupo de trabajo sobre sequía que fue aprobado, pero que se cerró sin que la opinión de los expertos se tomara en cuenta y se reflejase en su planificación. Los socialistas avisaron hace dos años de lo que podía pasar, pero el presidente andaluz del PP no ha hecho nada. Nada de nada. Solo fotos y primeras piedras, donde nunca se colocó la segunda piedra. Anunció un Plan SOS contra la sequía, pero a día de hoy solo es papel mojado.

El turismo necesita agua, la agricultura necesita agua, nuestro patrimonio natural necesita agua, los andaluces necesitan agua. Moreno Bonilla debe asumir su responsabilidad. Hasta la fecha no lo ha hecho. Confronta con el Gobierno de España, pero al día siguiente le pide ayuda. Se va a Bruselas a pedir fondos europeos, pero no gasta los que tiene. Busca solo fotos, pero no atiende la demanda de agua de los Pedroches, el Guadiato o la Axarquía. Andalucía se seca y el presidente andaluz del PP ni está ni se le espera. ¡Es tremendo!