Si no hay un buen negocio, a Moreno Bonilla no le interesa. Prometió en 2019 hacer “una revolución verde”, pero mintió. Su gestión en materia medioambiental es nefasta. Ha puesto en riesgo el futuro de Doñana, no ha impulsado medidas para combatir el cambio climático, no tiene interés alguno en demoler el Algarrobico y ha dado la espalda al Parque Nacional de Sierra de las Nieves.
El 23 de junio de 2021, el Pleno del Senado, tras una larga tramitación parlamentaria, aprobó definitivamente la Sierra de las Nieves como Parque Nacional, convirtiéndose en el 16º de España y en el tercero de Andalucía. ¿Dónde están todos los compromisos adquiridos por Moreno Bonilla respecto a este espacio natural? Han desaparecido absolutamente.
La Sierra de las Nieves cuenta con 23.000 hectáreas comprendidas entre los municipios de Benahavís, El Burgo, Istán, Monda, Parauta, Ronda, Tolox y Yunquera. Es de los enclaves más singulares de Andalucía. Un espacio privilegiado que cuenta con paisajes espectaculares. Tiene una excepcional riqueza botánica y una peculiar geología que han sido claves para convertirse en Parque Nacional.
Si hay un símbolo en el Parque Nacional, ese es el pinsapo, ese raro y exclusivo abeto endémico de estas sierras, una joya botánica que es el mayor testimonio vivo de los abetos meridionales que desaparecieron tras las glaciaciones del Cuaternario. En la Sierra de las Nieves se encuentran los mayores bosques de pinsapos del mundo y su mayor garantía de conservación, dado que está en peligro de extinción. Estamos hablando de más de 3.000 hectáreas, lo que representa el 65% de la superficie de pinsapar española.
También destaca el gran afloramiento de peridotitas, unas rocas ígneas plutónicas muy escasas en el mundo y sobre las que, por su composición y naturaleza, se originan numerosas comunidades florísticas endémicas. Alberga, además, una gran variedad de fauna silvestre, incluidas importantes especies amenazadas, destacando como emblemas la cabra montés o el águila perdicera. Todo ello hace de este territorio uno de los que tienen mayores índices de biodiversidad de Andalucía y España. Defender la biodiversidad de nuestro país también es un síntoma de patriotismo.
Fue aprobarse la Declaración como Parque Nacional de Sierra de las Nieves, y Moreno Bonilla se olvidó de él. Cuando había que poner inversiones, Moreno Bonilla ya no estaba. Cuando había que señalizar el Parque Nacional, Moreno Bonilla ya no estaba. Cuando había que promocionar el Parque, Moreno Bonilla ya no estaba. Cuando había que mejorar las carreteras de acceso al Parque de su competencia, ya no estaba. Y es que Moreno Bonilla nunca está cuando se le necesita.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha movilizado cuatro millones de euros para un Plan de 33 actuaciones destinadas a transformar el modelo turístico de la zona, distribuidas en cuatro ejes programáticos: Transición verde y sostenible; Mejora de la eficiencia energética, Transición digital y Competitividad turística. Frente a ello, las inversiones de Moreno Bonilla de cara a favorecer el desarrollo turístico y la mejora de los accesos al Parque nacional brillan por su ausencia, a pesar de que es competencia suya.
De hecho, la carretera Alozaina-Casarabonela se encuentra en un estado infernal, y ¿qué está haciendo el presidente andaluz del PP para mejorarla? Nada. Y la carretera Ronda-San Pedro cortada recientemente por desprendimientos y esencial para las comunicaciones entre la Serranía de Ronda y la Costa del Sol, y que es la otra gran puerta de entrada al Parque Nacional, no tiene fecha de ningún tipo para que vuelva a estar operativa.
No quiero olvidarme de otro elemento esencial como es la señalización del Parque Nacional. ¿Cómo van a llegar los visitantes al Parque, si no hay señalización de ningún tipo? Cualquier persona que discurra entre Málaga hasta una de las principales puertas de entrada, como es Alozaina, no se encontrará ni un solo cartel. ¿Es que en cinco años no han tenido tiempo de ponerlos?
Pero no solo se trata de lo que Moreno Bonilla no hace, sino de lo que por desgracia hace. Muy próximo a este Parque Nacional, a apenas seis kilómetros, se están proyectando la instalación de siete plantas de producción fotovoltaica, cuyas autorizaciones dependen sobre todo de la Junta de Andalucía. A estas instalaciones se uniría una potente red de evacuación y conexión a la red general eléctrica en dirección a la Costa del Sol, atravesando zonas de alto valor ecológico.
Catedráticos e investigadores de la Universidad de Málaga han alertado a través de un Informe del impacto visual que supondría este enorme mar de negro de cristal previsto en el entorno del Parque, incluso el presidente de la Mancomunidad de la Sierra de las Nieves, Antonio Perez, alcalde Alozaina, apunta que: “solo el impacto paisajístico es aterrador”.
Dicho mar negro de placas solares tendrá una enorme reflactancia, que podría verse desde muchos puntos de la provincia. Sr. Moreno Bonilla, usted alquilaría un alojamiento en este Parque Nacional donde al asomarse por la mañana estuviese rodeado de placas? Entonces, ¿por qué quiere destrozar el futuro turístico medio ambiental de la zona?
Pero no se trata solo del paisaje, sino que este mar de placas aumentaría exponencialmente el consumo de agua anual en la zona. De hecho, las tareas de limpieza de paneles supondrían un gasto de entre 11,1 y 56,7 millones de litros anuales según los estudios de los expertos. Estamos hablando de una zona que ha pasado 30 de los últimos setenta años en sequía, con cuatro episodios de sequía extrema.
Sr. Moreno Bonilla entérese, está poniendo en riesgo el futuro para los municipios que se incluyen en el Parque: Alozaina, Benahavís, Casarabonela, El Burgo, Guaro, Igualeja, Istán, Monda, Ojén, Parauta, Ronda, Serrato, Tolox y Yunquera. ¿Qué va a pasar con los numerosos proyectos empresariales privados que se han interesado en construir alojamientos turísticos en el entorno?
No se puede permitir que se implante este mar de placas fotovoltaicas en las puertas de un Parque Nacional, en una Reserva de la Biosfera. ¿Es que no hay otro lugar para ubicarlas? Ha costado mucho tiempo y mucho esfuerzo por parte de mucha gente conseguir esta protección medioambiental para esta comarca malagueña, y no es de recibo que se destroce por la incompetencia y la negligencia de Moreno Bonilla. El que presumía que iba a combatir el despoblamiento rural se ha convertido en el mayor enemigo de la creación de riqueza y de un futuro de esperanza para los pueblos.