No es lo mismo decir en un mitin: “Vamos a bajar los impuestos y las trabas administrativas a los directivos, a los propietarios y a los que quieren hacer negocio”, que: “Desde el Partido Popular vamos a ayudar en todo lo que necesiten a los emprendedores”. Estoy seguro que a ninguno de ustedes se les escapa la sutil diferencia entre una y otra proclama.
Incluso el más humilde (entiéndase que de humilde a humillado hay poco tramo que recorrer) de los trabajadores de este país, apoyaría con entusiasmo la segunda frase y en cambio, aún diciendo literalmente lo mismo, vería con recelo a un partido político que se postulara por la primera.
No en vano, el uso del lenguaje está ligado a una educación esmerada y en eso, lectores míos, hemos estado, estamos y tenemos la Esperanza de que seguiremos estando por delante de ustedes. Si una palabra resulta molesta a nuestros fines la cambiamos sin ninguna melancolía. Mientras, la izquierda sigue empeñada, como en los tiempos de Marx, en llamar obreros a quienes hemos conseguido que crean que son clase media.
Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones de Emprendedores), pedía esta semana al nuevo gobierno que salga de las urnas (un eufemismo para referirse a nosotros) que: “nos tienen que dar una autopista de facilidades para que contratemos trabajadores”. Y nosotros respondemos sin tapujos a este resolvedor de acciones dificultosas y azarosas que estamos dispuestos a hacerles una autopista, una línea de AVE y hasta un aeropuerto castellonense, si fuere necesario.
https://twitter.com/#!/BorjaMariaZ