El Grup Democràtic de Periodistes
Durante el franquismo, ya antes incluso de ejercer de periodista, me afilié al Grup Democràtic de Periodistes, evidentemente ilegal, lo que me provocó ser detenido por la policía del régimen. Mi delito fue pasar al corresponsal en Madrid de Le Monde una información enojosa, pero exacta, para el Palacio del Pardo.
L´Assamblea de Catalunya
Esa crónica venía a decir que los partidos catalanes -desde los comunistas y socialistas a los nacionalistas- habían puesto en marcha la Assamblea de Catalunya. Mi amigo, José Antonio Novaís, excelente colega francés ya fallecido, abrió Le Monde, al día siguiente, con la citada noticia en torno a la clandestina Assamblea catalana. En aquella época soez para la libertad de expresión, la dictadura ordenó el cierre brutal del diario Madrid.
La Vanguardia española
Yo era entonces redactor de política de La Vanguardia Española y corresponsal en Barcelona del Madrid, moderadamente liberal, y partidario de don Juan de Borbón. Todos los periodistas del Madrid nos quedamos en la calle. Y los ciudadanos sin un periódico cercano, en lo posible, a la libertad. La enumeración de medios, sometidos al silencio, fue muy amplia. El ministro de Información [falsa casi siempre] se llamaba Manuel Fraga Iribarne, el promotor de AP y luego del PP.
Hace cerca de diez años
Llegó, por fin, la democracia. De modo que el periodismo, en general, pudo comportarse, con sus más y sus menos, adecuadamente. El mandato de Aznar se fue girando hacia la derecha extrema en relación a los medios. Su segunda vuelta apretó aún más las tuercas de la prensa, la radio y las televisiones. Y se adentró más tarde en el ámbito del Internet. El primer periódico digital progresista y de izquierdas fue ELPLURAL.COM. Hace de ello cerca de diez años.
Terremoto diario
En la etapa de Aznar intenté recuperar el Grup democràtic, de los años del tardofranquismo. Lo presidía yo y se denominó Grup Lladó. Hicimos mucho dentro de lo que podíamos hacer. Me ayudaron muchos compañeros y compañeras de Cataluña. Tiramos adelante y creímos que la presión gubernamental bajaría. Así fue sólo hacia el final de la segunda legislatura. Pero Aznar disparó de nuevo contra los medios para salvarse de la quiebra de su Gobierno a raíz del 11-M. Zapatero abrió puertas al periodismo en sus diferentes escalas. Su sucesor, Mariano Rajoy, ha sido -sin faltar a la verdad- el verdugo más duro del periodismo. Estamos rodeados de derechistas, muy partidarios del terremoto diario. La derecha controla a los dos grandes periódicos españoles, El País y El Mundo. Y al resto sin freno alguno.
Las fuerzas vivas
En los demás, como ABC y/o La Razón, cayó primero José Antonio Zarzalejos, director destituido por las fuerzas vivas madrileñas: de Esperanza Aguirre al cardenal Rouco Varela. Ayer supimos que el periodista de mayor confianza de Rajoy, Francisco Marhuenda, ha echado a su segunda de dirección, Esther Palomera, por su excesiva dignidad. Vamos cayendo uno o una de los medios públicos, como TVE y RNE, después de que el PP se hubiera cargado a Telemadrid y Canal Nou y haber puesto en el paro a muchos de sus trabajadores, periodistas o no. Rajoy no para en su ataque creciente contra la libertad de expresión.
Pido formalmente...
Amigos y amigas: os propongo que salgamos a la calle para defendernos pacíficamente. Las manifestaciones de los periodistas son necesarias y son cada día más urgentes. Pido formalmente a la presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, Carmen del Riego, y al Col.legi de Periodistes de Barcelona, y a todos los sectores similares de nuestro país, para que nos convoquen a cuantos deseamos decir públicamente basta a una derecha que pretende acabar con nosotros y con la mayoría de los ciudadanos.
Intenso y creciente
Nos quieren robar nuestros medios y nuestros puestos de trabajo. El paro en el periodismo, no lo olvidemos, es intenso y creciente. Y lo capitanea desde el oscurantismo el peor presidente de la democracia española: Mariano Rajoy Brey.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
En Twitter es @enricsopena
