Todos aquellos populares, con Rajoy en primera línea, que han ido poniendo palos en las ruedas a la estrategia contra ETA de Zapatero, de Rubalcaba y del estado mayor del socialismo vasco, acompañados también por dirigentes del PNV e incluso del PP vasco, no sólo no tenían razón, sino que su objetivo más parecía el de hundir al PSOE que el de acabar con ETA.

Una herencia socialista
Se trata de una herencia socialista de enorme calado. En todo caso, se demuestra de este modo que si la derecha hubiera respaldado a la izquierda entonces gobernante, la eficacia en la lucha contra los terroristas se habría potenciado sin apenas freno. ETA, cada vez más aislada gracias al sentido común de la mayoría de los vascos -hartos de tantos asesinatos- habría caído mucho antes y nos habríamos ahorrado la tragedia de las últimas muertes a cuenta de ETA.

Exabrupto tramposo
Rajoy, por fin, ha entendido que la política de Zapatero y Rubalcaba estaba inteligentemente trabada, era sólida y no vulneraba ley alguna. Desde aquel exabrupto tramposo, lanzado por Rajoy en el Congreso de los Diputados –“usted, señor Zapatero ha traicionado a las víctimas”- a la actualidad, han transcurrido unos cuantos años. Por fortuna, el postrer intento de descabezar a Rubalcaba mediante el invento del faisán, ha tenido que ser desechado.

Las diferencias entre PP y PSOE
A Rajoy –lo decíamos ayer mismo en ELPLURAL.COM- hay que respaldarlo en el capítulo del terrorismo etarra. Él no lo hizo, ni mucho menos, cuando el presidente del Gobierno se llamaba Zapatero y su ministro del Interior se llamaba Rubalcaba. Pero una de las diferencias entre PP y PSOE es que la izquierda procura tener visión de Estado y, sobre todo, visión de los ciudadanos en su conjunto. La derecha, no. La derecha quiere ganar sin escrúpulos y, a menudo, lo consigue engañando al personal, como pasó desde que empezó la crisis hasta el 20-N y ahora también.

Desaparición del escenario
Alcaraz, la caverna mediática y Jaime Mayor Oreja –“yo le escucho siempre porque sabe mucho”-, dijo Rajoy en una entrevista, están condenados a desaparecer del escenario político, porque forman parte evidente de la extrema derecha. Eso no quiere decir que otros segmentos de la extrema derecha española no sigan instalados en Génova 13, como es bien sabido. Sr. Rajoy: díganos con quiénes va y le diremos quién es usted.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM