El Estado de Alarma es una realidad. Para hacer frente la situación “grave y excepcional” en la que nos encontramos, ayer el Consejo de Ministros consideró indispensable adoptar esta medida excepcional. El proyecto de Real decreto incluye medidas drásticas para hacer frente a la situación, directamente proporcionadas a la realidad por la que atraviesa el país.

Con Pedro Sánchez a la cabeza, son cinco los ministerios que dispondrán de toda la capacidad de maniobra: el ministro de Sanidad, la vicepresidenta primera del Gobierno, la ministra de Defensa y los ministros de Interior y Transportes. Todos ellos del partido socialista y ninguno de Unidas Podemos, lo que no ha satisfecho al partido de los morados como, al parecer, se puso en evidencia a lo largo del largo debate celebrado ayer en el Consejo de Ministros.

En estos miembros del Gobierno recaerá la responsabilidad tanto de la toma de decisiones como del cumplimiento de las normas establecidas y de las intervenciones que sean necesarias. Su capacidad de actuación incluirá las comprobaciones en personas y bienes que impidan los servicios suspendidos.

El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, tendrá a sus órdenes directas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y de las Corporaciones Locales. Un reto importante en el Estado de las Autonomías que ya ha desatado la alarma en los Gobiernos de Euskadi y Catalunya. Tanto Urkullu como Torra opinan que se trata de una invasión de competencias, a pesar de que el Estado de Alarma incluye este tipo de intervenciones.

Hoy domingo, en la video conferencia con los presidentes de las Comunidades Autónomas, Sánchez les invitará a abandonar las diferencias y a ponerse detrás del Gobierno porque “la misión es vencer al virus. No defender los colores políticos.”

En tono emocionado concluyó anoche su rueda de prensa invitando a ser “el gran país que somos.”