Feijóo siempre nos engañó, lo hizo desde el primer día. Nunca ha cumplido nada de lo que prometió cuando fue elegido líder del PP en abril de 2022. No se separó de Vox, al contrario, mantiene su “idilio” con Abascal. No ha sacado a la política española del enfrentamiento y de la hipérbole permanente, sino que lo ha incrementado y jamás fue moderado, porque desde el primer día embarró la política.

El que venía como “mirlo blanco” de la política nacional se convirtió muy pronto en “pájaro de mal agüero”. Su mediocridad, sus reiterados bulos, sus permanentes deslices, su desconocimiento de los temas, sus continuas meteduras de pata, su obsesiva preocupación en acumular varios sueldos, dejaron claro que ni era un hombre de Estado ni estaba a la altura de lo que requiere nuestro país y nuestra democracia.

En dos años y medio ha sido incapaz de poner sobre la mesa una sola propuesta que mejore la vida de la gente. Es el político del no a todo. No a unas pensiones dignas. No a subir el Salario Mínimo a millones de trabajadores y trabajadoras. No a que haya más y mejores becas para nuestros estudiantes. Todo lo que es bueno para España, nunca es bueno para Feijóo.

Hacer política no es embarrar. Hacer política es proponer y negociar alternativas para que la gente viva mejor. Hacer política es reconocer las cosas que se hacen bien. Sr. Feijóo, ¿por qué le duele que con Pedro Sánchez haya más españoles y españolas trabajando que nunca y con empleos de calidad? ¿No se alegra de ello?

Hacer política también es alegrarse de los éxitos de España. Que nuestro país sea la locomotora económica de Europa debe ser motivo de orgullo; que España haya conseguido gracias a Pedro Sánchez 140.000 millones de euros de fondos europeos para crear riqueza debe ser motivo de satisfacción y que tengamos los niveles de paro más bajos de nuestra historia deber ser motivo de alborozo, incluso cuando se está en oposición. Sr. Feijóo, ¿por qué no se alegra de nada de ello?

A Feijóo solo se le ve motivado cuando defiende bajar impuestos a millonarios, a bancos y a grandes empresas energéticas. Pero siempre se le nota su falta de interés cuando se trata de mejorar la vida de los españoles y españolas. Por eso, cuando en las manifestaciones del PP se le llena la boca hablando de solidaridad, no es creíble.

¡Sr. Feijóo, entérese! Solidaridad no es destrozar la sanidad pública para favorecer la privada, como hace Ayuso en Madrid. Solidaridad no es recortar la educación pública mientras aumenta las universidades privadas, como hace Moreno Bonilla en Andalucía. Solidaridad no es machacar la Dependencia como hacen los presidentes y presidentas del PP en las comunidades donde gobiernan.

¡Qué poco le importan también a Feijóo los problemas de la vivienda que afectan a tantas familias y a tantos jóvenes! El PP con sus presidentes autonómicos a la cabeza, que son quienes tienen la competencia en vivienda, ni ponen medidas para bajar el precio de los alquileres ni pagan el Bono de Alquiler a los jóvenes ni construyen viviendas de VPO.

En dos años y medio como líder del PP, Feijóo ha ido acercándose cada vez más a postulados de ultraderecha, compartiendo sus ataques a los derechos de las mujeres, a los del colectivo LGTBI, de los trabajadores o del mundo de la cultura. Su discurso xenófobo y contra la Memoria Histórica han ido a más. Y sus prioridades se han centrado en decir siempre no a Cataluña y en enfangar la política hasta límites nunca vistos en nuestro país.

Sr. Feijóo, ¿Cuándo va a dejar de atacar a Cataluña y a los catalanes? No, no eran los independentistas los que no les gustaban, porque usted estaba dispuesto a una amnistía y a pactar con Puigdemont. Lo que no le gusta es que haya un socialista, Salvador Illa, al frente de la Generalitat. A ver si lo que quería usted realmente es que se rompiese España. Porque, entérese, siempre será mejor que se hable de financiación en Cataluña que de independencia unilateral como se hablaba en tiempos de Rajoy.

Y hablando de financiación, ¿puede explicarnos cuál es su modelo? Ya sabemos que el PP se una en contra de cualquier financiación para Cataluña, pero y respecto al resto de comunidades, ¿Qué criterios tienen? Porque cada barón del PP defiende un modelo distinto. Pónganse primero de acuerdo ustedes y luego den lecciones.

El otro tema recurrente del PP es atacar al Gobierno de la nación de corrupción sin pruebas. Esparcir la idea de que “todos los políticos son iguales”. Saben que esto desanima a la izquierda, pero activa a la derecha. Es curioso que el primer partido político condenado por corrupción en la democracia pretenda dar lecciones de honorabilidad, sobre todo cuando su actual líder llegó al poder, porque Casado cayó por denunciar una supuesta trama de corrupción del entorno de Ayuso.

Feijóo exige explicaciones a todos todo el tiempo, pero ¿por qué no empieza por darlas él mismo? ¿Por qué no aclara las informaciones aparecidas en los medios de comunicación de que Ayuso y Moreno Bonilla multiplicaron las adjudicaciones a la empresa donde es directiva su hermana o sobre las adjudicaciones récord de la Xunta a la empresa que dirige su hermana en Galicia?

El PP empieza el nuevo curso político como terminó el anterior. Con bulos, crispación y sin alternativas a los problemas de la gente. Son la peor derecha de la historia de la democracia. Nunca arrimarán el hombro para ayudar a nuestro país. Frente a ello, siempre nos quedará un presidente socialista, Pedro Sánchez, que pese a los continuos palos en las ruedas que pone el PP, nunca se rinde y siempre trabaja para construir un futuro de ilusión y esperanza para un país mejor y más plural para la mayoría de los españoles y españolas.

boton whatsapp 600