Opinión
El vía crucis de los laicos
Todavía no hemos pasado el rubicón del 20-N y la derechona ya se ha impuesto. Benedicto ha venido y ha insuflado de intransigencia y parcialidad a buena parte de los políticos españoles.
Madrid está patas para arriba con el fin de quedar santificada por 'el enviado de Dios'. Peregrinos del mundo mundial llenan la capital de España. Todos los derechos poseen, campan a sus anchas y gritan histéricos ¡¡¡benedictooooooooooooooooooooooooo!!!, lo mismo que Pe en los oscars, ¡¡¡peeeeeeeeeeeedroooooooooooooooooooooo!!!.