Gerardo Díaz Ferrán -el paradigma del “listo de los cojones”- ha sido detenido este pasado lunes por los presuntos delitos de blanqueo de capitales y de alzamiento y ocultación de bienes. Había sido presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) desde el 6 de junio de 2007 a 21 de diciembre de 2010. En pleno mandato de la clase empresarial española que le mantenía en el cargo, a pesar de la evidencia de irregularidades en la gestión de sus empresas -o quizás ¡quién sabe! justamente por ello-, escribí un artículo en este mismo diario digital que ha cobrado actualidad con su detención. Se publicó el día 31 de agosto de 2009 -aún transcurriría año y medio para que cesase como jefe de los empresarios españoles- se titulaba “El listo de los cojones también existe” y de forma extractada decía lo siguiente:

Se ha hablado mucho de la figura del “tonto de los cojones” que popularizó el incontinente alcalde de Getafe pero, apenas, de su antagonista el “listo de los cojones”. Se entiende que el “tonto” es aquél que, teniendo una situación económica personal precaria, opta por apoyar políticamente a un partido que defiende los intereses de los más privilegiados. El “listo”, por el contrario, es el que gozando de un estatus patrimonial y financiero superior, no sólo vota, lógicamente, al mismo partido que el “tonto” sino que, consciente de que pertenece a una exigua minoría, se las ingenia para convencer a este último, con argucias no excesivamente complicadas dada la natural simpleza del destinatario, de la bondad de su contradictoria inclinación política.

Todo se aprovecha y beneficia para la causa. ¡Ah! y, sobre todo, el bolsillo del “tonto”. El mensaje que el “listo” reitera hasta la saciedad es el de que nadie como él cuidará de su escaso patrimonio y de sus limitados ingresos. Viene a cuento este discernimiento por las declaraciones realizadas el pasado viernes a Radio Nacional por uno de los “listos” más cualificados del país; el presidente de los empresarios españoles, Gerardo Díaz Ferrán. En su opinión, la clave para reactivar la economía es bajar los impuestos a la clase media y bajar los salarios de los trabajadores.

La persona que realiza estas declaraciones, a las que el “tonto” ha prestado mucha atención por lo que pudiera afectar a sus limitadas obligaciones fiscales pues se considera perteneciente a la clase media aludida por el “listo”, es la misma persona que preside Air Comet, la aerolínea del grupo Marsans, que está hoy amenazada con la convocatoria de una huelga por el sindicato de pilotos SEPLA, ante la “gravísima e insostenible” situación económica que atraviesa este colectivo por el impago de sus nóminas.

Para conocimiento del “tonto”, no sea que su conducta se vea afectada por la falta de información, se ha de reseñar también que, presuntamente, Díaz Ferrán realiza donaciones de cientos de miles de euros -o lo que es lo mismo, cientos de veces los ingresos mensuales de más del 60% de sus conciudadanos- para las campañas electorales, incluida la del “ tamayazo”, de la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, a la que este empresario considera, a micrófono indiscreto, “cojonuda”.

Y, para finalizar, un último dato sobre el “listísimo” líder empresarial que tiene la solución para la crisis económica del país mediante la rebaja de impuestos a los más favorecidos y de salarios a los menos; el año pasado se embolsó, junto con otro socio, recursos procedentes de la empresa que ahora ha dejado de pagar las nóminas de sus trabajadores, por un importe cercano a los seis millones de euros.

Ya lo dice el refrán: “Consejos doy que para mí no tengo”. Aunque en lo tocante al refranero hay uno que viene como anillo al dedo para el asunto tratado: “Con el cedazo de los tontos ciernen los listos”. Pero, desgraciadamente, no rectificarán porque también lo sentencia otro refrán al señalar que “cuando un tonto coge una vereda, ni la vereda deja al tonto ni el tonto deja la vereda”.

Y hasta aquí el artículo que escribí hace tres años y tres meses. A este “listo” parece que, finalmente, le han pillado pero ¿cuántos más siguen campando a sus anchas y haciendo de su capa un sayo mientras el resto de sus conciudadanos son estrujados hasta el límite -e incluso más allá- de su resistencia humana? Lamentablemente, hasta que el “tonto” no deje la vereda y reaccione contra el “listo” que le engatusa con sus señuelos, sus encantos y sus cínicos engaños existen escasas posibilidades de poner fin a este enorme desaguisado que han organizado. ¡Y lo peor ... es que los “listos” lo saben!

Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas