Sin casi ruido, ya se ha producido la primera víctima: la presidenta del grupo Unidad Editorial que edita el diario El Mundo, Carmen Iglesias. Nadie ha prestado la menor atención a este cese, lo que demuestra que muchos periodistas no saben bien lo que pasa en nuestro país. Sólo les interesa lo que diga el FT sobre la crisis del euro. ¡Qué malos periodistas estamos educando al hilo de la crisis económica! Siento que Carmen Iglesias haya tenido que aguantar hasta este punto de conflicto ético el tratamiento que Pedro J. Ramírez está dando al caso Urdangarin.

Carmen Iglesias podría haber encontrado muchas perchas para dimitir de su cargo de número uno del grupo del diario El Mundo a la vista de las campañas demenciales que,v cada mes,  Pedro J. Ramírez pone en marcha para vender periódicos. No lo ha hecho hasta ahora. Bien venida al grupo de las gentes que creemos que en los medios de comunicación no vale todo.

Vamos a lo importante. ¿Qué tiene que hacer el Rey (Jefe del Estado) en esta situación? El Rey no tiene que hacer nada.

Ese rumor de que puede reducir los miembros de la Casa Real es un disparate. Si cada vez que un familiar del Rey comete un error o es declarado delincuente se va a reducir la familia, D. Juan Carlos se quedará muy solo y D. Felipe simplemente solo. Porque los errores en esos niveles son inevitables, los delitos algunas veces y las sospechas permanentes. Como la vida misma. Y si me equivoco, que el tiempo me lo demuestre, que lo aceptaré encantado.

Lo mejor que puede hacer el Rey es aguantar el chaparrón y declarar explícitamente que acepta lo que digan los Tribunales. Nervios, ni medio.

Porque esto de la monarquía tiene sus ventajas y tiene sus inconvenientes. Si la única monarquía solvente (la británica) cuenta seguidos sus disparates, deslices y hasta delitos cometidos en estos últimos años, Inglaterra sería republicana. Pero no lo es. Allí cuantos más debates en los tabloides, más gentes acuden a coronaciones, bodas o entierros. Es otra cosa.

El problema de Iñaki Urdangarin no es el problema de Iñaki Urgangarin, es que al hilo de un posible delito de Iñaki Urdangarín algunos pidan el restablecimiento de la República.

Si de verdad algunos se sienten republicanos ahora que hay un delito (posible) en la familia real, es que no son republicanos, son oportunistas.

Ante un delito de cualquier ciudadano exijo un juicio justo. Y la sentencia la aceptaremos todos. Pero cambiar la organización de España por el delito (posible) de un familiar del Rey me parece una desviación disparatada de la lógica penal y política.

Si mañana (pido al cielo que no ocurra) se demuestra que un presidente del Senado es un delincuente (por lo que sea) no entendería que se solicitase que desapareciera la Cámara Alta. Que hay muchos (entre los que me cuento) que creen que hay que redefinir el papel del Senado, de acuerdo; pero que un senador delincuente nos obligue a entrar en debates que no tenemos hoy por delante, me parecería un disparate.

Me parece importante que separemos el Derecho Penal del Derecho Constitucional.

¿Qué puede hacer el Rey en estas circunstancias? No hacer nada. Que actúe la Justicia. Pero si adopta decisiones sobre la Casa Real, garantizo que empezará el debate sobre las cuentas de la Casa, sobre qué y para qué: y sobre la propia existencia de la Monarquía.

Los ingleses enseñan algo en este asunto tan difícil de explicar: si hay una monarquía que no cambia las normas de funcionamiento cada vez que la opinión pública se interesa por un detalle o los tribunales condenan a alguien, esa es la inglesa. Pies quietos y a cumplir la función que las Constitución le señala. Y así unos cuantos siglos. Muchos ciudadanos la encuentran muy útil para convivir.

Si el caso Undargarin pasa del derecho penal al constitucional, mala cosa para la monarquía. Mucha prudencia que bastantes problemas tenemos hoy.

Luis Solana es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
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