Desde 1978 la Vuelta Ciclista no pasaba por Euskadi. El terror etarra impuso sus leyes. Incluso el ciclismo tenía prohibido su paso por las hermosas tierras que conforman el País Vasco.
Tras la muerte del genocida Franco, ETA no quiso integrarse en la democracia recién estrenada, y subyugada la banda por su etnionacionalismo independista ha querido demostrar su fuerza a base de tiros en la nuca y coches bomba, asesinando cruel y vilmente a todo tipo de gente.
Desde la Transición los diferentes presidentes de gobierno democráticos han intentado acabar infructuosamente con ETA. Lo intentó Suárez, Felipe González, Aznar y también Rodríguez Zapatero.