De inmediato se ha procedido a una especie de chantage al congelar la 'ayuda' a Grecia de 8.000 millones de euros. La realidad es que esa 'ayuda' a los griegos no es tal; a cambio del incesante sufrimiento de los ciudadanos helenos este dinero iba a ser una nueva inyección de capital a los grandes bancos.

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