Vivimos y padecemos una crisis sistémica de proporciones y consecuencias todavía impredecibles. Es todo un sistema el que está en crisis. A diferencia de los que sostienen que esta actual gran crisis económica y financiera demuestra que Francis Fukuyama llevaba razón con su libro “El fin de la Historia y el último hombre”, publicado en 1992, esto es en el contexto del derrumbe del comunismo encarnado por la Unión Soviética y todos sus países satélites, opino que esta crisis no sólo no confirma sino que refuta la tesis del citado politólogo estadounidense, miembro fundador y uno de los más destacados impulsores del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, el principal referente ideológico del movimiento neoconservador basado no ya en la primacía sino en la sola existencia del ultraliberalismo económico como pauta a seguir.

Francis Fukuyama fue uno de los firmantes del manifiesto inicial que constituyó el principal fundamento ideológico y doctrinal de todo el movimiento “neocon”, que tiene ahora su continuidad en el cada vez más poderoso e influyente “Tea Party” republicano. Fukuyama firmó aquel manifiesto junto con personajes tan conocidos como Dick Chenney, Donald Rumsfeld o Paul Wolfowitz, que ocuparon importantes cargos en la Casa Blanca durante la presidencia de George W. Bush. El mismo Fukuyama, junto a algunos de los personajes antes mencionados y otros como Robert Kagan, Richard Perle, John Bolton o William Kristol, fue uno de los más acérrimos partidarios de la segunda guerra de Irak.

A la vista está, cuando apenas han pasado sólo un par de décadas desde la publicación del célebre libro de Fukuyama, que la Historia no sólo no ha llegado a su fin, como él anunciaba, sino que la Historia puede y debe dar un nuevo giro radical. Un giro tan radical que el mismo Fukuyama parece haberlo advertido ya, puesto que no sólo se ha distanciado abiertamente del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano sino que sostiene ahora tesis contrarias a las que siguen defendiendo los “neocons”. Así lo exponía ya en su libro “La construcción del Estado. Hacia un nuevo orden mundial en el siglo XXI”, publicado en 2004, y lo reafirmaba recientemente en un artículo publicado en The Guardian, en el que anunciaba la próxima edición de un libro que a buen seguro provocará una considerable polémica: “Después de los Neocons. América en la encrucijada”.

Pero no es sólo América la que se encuentra ahora ante la encrucijada. Es el mundo entero el que debe enfrentarse al reto de no dar por finalizada la Historia.

Jordi García-Soler es periodista y analista político