¿Dónde se oculta?
¿Y dónde está ahora Rajoy? ¿Qué va a decir el habitante de la Moncloa sobre la expropiación de Red Eléctrica en Bolivia? ¿Dónde se oculta el jefe del Gobierno? Zapatero daba la cara cuando se le echaban encima la Brunete mediática y los jerarcas genoveses para descalificarlo. Le advertían a Zapatero y a desatinos que estaban hundiendo el prestigio de España en todo el mundo. No le consentían que mantuviera buenas relaciones con los responsables democráticos –más populistas o menos populistas, según se mire- de muchos países latinoamericanos.
Amadísimo Aznar
Preferían, sin duda, ver a su amadísimo José María Aznar conspirando con George W. Bush a fin de invadir con los tanques y las bombas Irak. Fue también, desde luego, la de Irak una guerra colonial. La derecha española tiende a despreciar a sus antiguas colonias. Sobre todo, cuando –después de muchísimos años- las colonias centroamericanas y sudamericanas han conseguido quitarse el sambenito de tener que aguantar gobernantes tiranos, corruptos como Pinochet, terratenientes dispuestos a cualquier violación de los derechos humanos o militares golpistas y asesinos.
Interés mínimo
Todas estas consideraciones a Rajoy se las trae al fresco. Su interés sobre la situación de Latinoamérica es mínimo. Tras la determinación de Cristina Kirchner, Rajoy se enteró de lo de Evo Morales –conforme han filtrado voceros oficiales de Moncloa- dos o tres horas antes de que la expropiación fuera difundida por doquier. ¿Ha fallado el ministro de Asuntos Exteriores, García-Margallo, cuya labor es, por lo demás, manifiestamente mejorable? ¿Han fallado los espías españoles? ¿O ha fallado directamente el propio Rajoy?
En grave peligro
El periodista de El País Miguel Ángel Bastenier, cuya calidad periodística es grande, decía ayer que “como consecuencia del pleito de YPF-Repsol con Argentina la próxima Cumbre Iberoamericana (…) está en grave peligro (…) Habría que preguntarse si la nacionalización de YPF estaba decidida desde mucho antes, pero fuentes en Buenos Aires apuntan a que eso difícilmente pudo ocurrir antes de enero. Y lanzar la caballería por delante, como España inicialmente hizo, tenía que provocar una reacción casi pavloviana del Gobierno argentino”.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
