No es sólo porque el 90% de los jueces sean conservadores, o porque podamos pagarnos los mejores equipos de abogados, se trata de una cuestión de sutilezas, de matices, que a ustedes, recién llegados a esto del uso del poder, se les escapan. Es encomiable su ilusión por seguir creyendo en la igualdad de la justicia, pero reconozcan de una vez (antes de que nos cepillemos a Garzón) que es una batalla perdida.

Como ya saben que pese a su trasnochado progresismo les proceso una cierta estima, aunque solo sea por el empeño que tienen cada semana en martirizarse con la lectura de esta columna, voy a volver a darles una pequeña lección de interpretación de matices, a ver si consigo que vayan ustedes entendiendo algo.

La base de la decisión del jurado valenciano se encuentra en la no demostración de que entre el Bigotes, Camps y Costa haya una relación más allá de lo puramente comercial. Sé que la escucha de las grabaciones de las conversaciones telefónicas puede haberles llevado a engaño, pero eso se debe a que no dominan ustedes, como obreros que son, la riqueza y diversidad del lenguaje comercial. Por ejemplo, cuando Camps dice textualmente: “Te quiero un huevo, amiguito del alma. Tenemos que quedar para hablar de lo nuestro que es muy bonito”, en realidad quiere decir: “Aprecio mucho el trabajo que estás haciendo, estimado director comercial. Debemos convocar una reunión para hablar de este tema, que creo puede ser muy rentable para ambos”.

Sigamos con la traducción. Costa le dice a el Bigotes, que en lenguaje no comercial es Álvaro Pérez: “Necesito 100 gramos de caviar”, lo que debe interpretarse por: “Necesito que me envíes el presupuesto terminando al cien por cien”. De igual forma cuando la santa esposa de Camps, que ya saben ustedes la importancia que tienen las esposas en las relaciones puramente comerciales, le dice a El Bigotes: “Con mi regalo te has pasado veinte pueblos” y, siguiendo con la conversación: “La cadena de la niña le queda pequeña”. Debe leerse como “Hay que ver lo mucho que has trabajado el Power Point. Es tan interesante que hasta a la niña le ha parecido corto”. A lo que El Bigotes responde: “Si es un detallito. Pensaba que sería una muñequita como la tuya, la muñeca de una chica muy joven, como tú", que quiere decir: “El Power Point lo he trabajado pensando en que le resultara interesante a gente de una franja de edad comprendida entre la tuya y la de tu hija”.

Y así podría seguir transcribiéndoles y traduciéndoles todo el juicio, pero temo que no estén ustedes en condiciones de entenderlo y mejor no los lío. Suerte tuvimos de que cinco de los nueve miembros del jurado fueran expertos en lenguaje comercial, que si no ahora mismo el bueno de Camps en vez de ser nuestro futuro embajador en el Vaticano, sería nuestra pica de Flandes en Picassent.