Es ofensivo para los consumidores que el Comisario Europeo de Transportes y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, se haya reunido en Bruselas con el CEO de Ryanair, Michael O’Leary, después de haber ninguneado a FACUA y al ministro de Consumo. El comisario de Transportes nos deja claro a qué intereses sirve al recibir ahora a O’Leary. Y es que lo hace con posterioridad a tres acontecimientos de especial relevancia.

Tzitzikostas se ha reunido con el CEO de la aerolínea con más denuncias por abusos y fraudes por parte de los consumidores en FACUA pocos días después de que O’Leary mostrase públicamente su convencimiento de que la Comisión Europea abrirá un procedimiento contra el Gobierno de España por las multas de 107 millones de euros que le impuso Consumo a Ryanair.

La reunión también se produce la semana posterior a que Ryanair anunciara que reduce drásticamente su número de plazas en España y que deja de operar en varios aeropuertos españoles argumentando una subida de tasas por parte de AENA, algo que tanto el gestor aeroportuario como FACUA calificamos de intento de chantaje. El contexto de la reunión también se da cuando el Parlamento Europeo ha votado en contra de legalizar el cobro del equipaje de mano. Fue a finales de junio, en la Comisión de Transportes del Europarlamento, en una votación que tuvo un resultado contundente: 38 votos de un total de 42 en contra de permitir esta práctica.

Es inaceptable que el comisario de Transportes no haya atendido las peticiones de reunión del ministro Bustinduy y haya eludido contestar al escrito remitido por FACUA sobre la necesidad de mejorar la regulación de los derechos de los pasajeros para, entre otras cosas, plasmar sobre el reglamento europeo la ilegalidad del recargo sobre el equipaje de mano y, en todo caso, regular unas dimensiones razonables a partir de las que sí pueda cobrarse. Ilegalidad que pone de manifiesto la sentencia de septiembre de 2014 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Estas sanciones, firmadas por el ministro Pablo Bustinduy, se impusieron por prácticas contrarias a la legislación de defensa de los consumidores como cobrar un recargo por viajar con equipaje de mano en cabina, práctica que FACUA llevaba denunciando desde su puesta en marcha, en 2018, o por sentarse al lado de niños u otras personas que requieran cuidados. Junto a las multas económicas, Consumo ordenó la cesación de estas prácticas a Ryanair y a otras cuatro aerolíneas (Vueling, EasyJet, Volotea y Norwegian), tras lo que todas ellas presentaron recursos en los tribunales.

Después de que se hicieran públicas estas sanciones, O’Leary ofreció una rueda de prensa en la que apareció junto a varias fotos del ministro Bustinduy vestido de payaso y en la que le llamó «idiota» y «loco», amenazando a los pasajeros con una subida en el precio de los billetes por culpa de estas sanciones. En definitiva, amenazándonos con castigarnos porque se ha topado con un Gobierno que, en lugar de bailarle el agua, le obliga a cumplir la ley.

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