Este miércoles, la plataforma Atresmedia estrena una docuserie, “Young Addictions” (Las Adicciones de los Jóvenes), que aborda el contemporáneo problema de las adicciones de las nuevas generaciones, al juego, a la pornografía en redes, a las sustancias estupefacientes y, sobre todo, a las nuevas tecnologías. Esta producción, con algunos de los estudios y especialistas más reputados sobre la materia, aporta datos acerca de la perversión de los algoritmos informáticos tras las redes sociales más comunes, que dirigen toda una cantidad enorme de recursos de Inteligencia Artificial para hacernos adictos al consumo virtual. También se apunta cómo, muchos de los estudios científicos más actuales, marcan un cambio en la evolución neuronal del desarrollo cerebral de nuestra especie, en concreto de los más jóvenes, los llamados “nativos digitales”, en los que se va a apreciando una atrofia de las capacidades cognitivas, de las aptitudes sociales y de relaciones con los otros, del desarrollo de la creatividad, la imaginación y el aprendizaje. Entre otros asuntos, se subraya cómo los padres han ido delegando la educación de sus hijos a las pantallas y soportes virtuales, que empiezan a manejar casi desde bebés, y cómo se establecen peligrosas dependencias, además de los riesgos de acoso, abusos y extorsión a los que se exponen a los niños y adolescentes, cuya edad media ya de posesión de un terminal móvil, con todos los peligros que estos entrañan, están ya entre los diez y once años.

En unas recientes declaraciones a la periodista Beatriz Pérez Aranda, el coproductor de esta serie documental junto con Atresmedia, Alejandro Guillermo Roemmers, declaraba que “estamos en un mundo que posibilita estar cada vez más cerca de los que están más lejos, y más lejos de los que están más cerca”. Esta sustitución de los valores humanistas por la fría y calculada al consumo y servidumbre de la inteligencia artificial y sus algoritmos, ponen en cuestión muchos de los paradigmas de lo que somos como especie.  Toda esta preocupación está en la base de la obra del Escritor, productor y filántropo argentino Roemmers, como apuntó también en la presentación de su última novela en Madrid en La Cátedra Mario Vargas Llosa, de cuya Fundación es colaborador estrecho hace muchos años. A pesar de los intentos infructuosos de algunos por desvirtuar la trayectoria e integridad de este creador e intelectual, Roemmers fue premiado el pasado viernes, 28 de abril, por la Pontificia Universidad de Roma por su vocación franciscana, su labor humanística mundial y por ser un gran promotor de los valores espirituales. La Universidad resaltó que es la primera vez en 800 años que una persona recibe el galardón por su compromiso humanístico y no por una obra determinada como se venía haciendo hasta ahora. La Pontificia Universitá Antónianum de Roma, la más influyente en el pensamiento franciscano y en el papado del actual Pontífice Francisco. La institución lo reconoció por su notable vocación franciscana, su labor humanística alrededor del mundo y por sus valores espirituales. Este galardón tiene una gran relevancia y distingue a personas que profundizan y trabajan en favor de un mundo más justo para todos, tal y como predicaba el santo de Asís, San Francisco. El acto de entrega del premio se inició con las palabras del rector de la academia, Fray Agustín Hernández Vidales, quien destacó, de entre todas las obras en valores de Roemmers su libro “El Regreso del Joven Príncipe”, una secuela del archiconocido “Principito” de Saint-Exupéry, del que se celebra el ochenta aniversario de su publicación, que profundiza en los valores de amor universal y solidaridad, actualizándolos a las realidades contemporáneas.  El rector también resaltó que el escritor es “una persona cercana al prójimo, con un notable carisma franciscano”. También se destacó en el encuentro, el vínculo del autor con Francisco de Asís en sus proyectos y su corazón compasivo. Roemmers también fue reconocido por los distintos proyectos humanitarios y filantrópicos que acompaña alrededor del mundo, y por su labor pedagógica, educativa y divulgativa siendo los jóvenes su prioridad. Asimismo, el 30 de abril, Alejandro G. Roemmers impulsó y encabezó la iniciativa “el Abrazo de Asís”, que tiene como objetivo fomentar la paz y el amor entre todos los habitantes del planeta, y se realizó bajo el lema “Somos todos hermanos” en la iglesia Porciúncula del Santuario de Santa María de los Ángeles, en Asís, Perugia. Un lugar muy emblemático para la fe mundial porque fue allí donde vivió y falleció San Francisco santo referencial del Papa Francisco de quien Roemmers es amigo hace décadas.

Resulta evidente que las nuevas tecnologías son un salto cualitativo en nuestra evolución como civilización, pero también es cierto que la utilización espuria de las mismas nos empieza a desdibujar y desvirtuar como colectivo y especie. Estudiar lo que esconden estos algoritmos, los intereses de control de masas, conciencias y de consumo, son también importantes para empezar a humanizar un territorio tan incógnito e inexplorado como los de ultramar hace siglos. Los jóvenes están en el objetivo, son los nuevos y futuros consumidores, pero todos somos adictos, en mayor o menor medida, a estas nuevas aplicaciones y responsables de su uso y peligros.