La semana pasada, algunas medidas que adoptó el Ayuntamiento de Madrid para combatir la contaminación fueron recibidas con cierta polémica. Repasemos las que implantan otras ciudades europeas para hacer lo propio.

París

La sede de la reciente cumbre del clima tiene previsto vetar al tráfico a todos los vehículos con motor diésel en el 2020, desde el pasado 1 de julio del 2015, los camiones y autocares matriculados antes del 1 de octubre del 2001 no pueden circular por el centro, aunque sí por el cinturón periférico que recorre la capital, y desde julio del 2016 se amplió a los coches de gasolina matriculados antes de 1997, los diésel anteriores al 2001 y las motos previas al año 2000, lo que representa unos 30.000 vehículos.

Amberes

A partir del 1 de enero de 2017, comenzarán a excluirse el tráfico los automóviles de gasolina que no respetan las normas Euro 1 y la Euro 3 sin filtro de partículas en el caso del diésel. A partir de 2020, se ampliará al Euro 2 para gasolina y Euro 5 para diésel y, a partir de 2025, al Euro 3 para gasolina y Euro 6 para diésel.

Roma y Milán

Roma y Milán adoptaron medidas parecidas a las de Madrid el año pasado, prohibiendo la circulación total de los vehículos durante varios días, a causa de los altos niveles de contaminación registrados, tras superar los 50 microgramos por metro cúbico, el límite fijado de partículas PM10 en el aire A esta situación, siguieron días en los que se permitió la circulación de los vehículos con matrícula par y otros en los que estaba autorizado circular con placa impar.

Londres

La capital británica ha desarrollado un sistema de tarifas que limita la circulación por el centro de la ciudad. Funciona de lunes a viernes de 7 de la mañana a 6 de la tarde y tiene un coste de 11,50 libras, con descuento los eléctricos o híbridos.

Berlín

Desde 2008, la ciudad alemana tiene declarado en el centro de la ciudad una  'Zona Medioambiental', donde solo se permite la entrada a los vehículos que cumplan ciertas normas en cuanto a la emisión de gases. Ha creado, además, una serie de placas que identifican al coche como poco o muy contaminante.