El pasado jueves, la Sociedad de Psiquiatría de Madrid presentó Enemigos íntimos, un mediometraje que, aun siendo una ficción, persigue “desestigmatizar la enfermedad mental”, en tres áreas: “a la enfermedad, al enfermo y al psiquiatra”, expresaron sus impulsores en rueda de prensa.

Tres pilares fundamentales en la conciencia social de que “la salud mental es un problema de todos y que existen fórmulas para plantarle cara”. En palabras de Marina Díaz Marsá, impulsora del proyecto y directora médica de la película, “hemos querido transmitir a la sociedad que todos somos susceptibles de padecer un trastorno mental, ya que una de cada cuatro personas tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida".

Además, “hemos conseguido trasmitir una imagen cercana, profesional y también amable de los psiquiatras”. En la trama de Enemigos íntimos, los personajes cotidianos “viven su enfermedad, sus emociones, ansiedades, temores y deseos sin ningún tipo de censura”, según los creadores de la cinta. Completan el cuadro otros aspectos en la lucha contra la enfermedad como son los psiquiatras, amigos y familiares.

Ni todo malestar es patología, ni hay que infravalorar los síntomas

Dirige la película por José Cabanach, y la interpretan Juan Carlos Naya, Alba Galó y Carlos Guglieri, y ha sido producida por Questión de Imagen Producciones. Próximamente completará una gira por festivales.

Entre las conclusiones de esta creación, destaca que no cualquier malestar psicológico es un síntoma de enfermedad mental, por tanto no se debe patologizar la vida cotidiana. Y en el otro extremo, no deben ignorarse ciertas señales que pueden indicar una patología, la presencia de un trastorno mental. Ambas cosas revelan como esencial la labor de la divulgación en salud mental. También se acaba con algunos estereotipos sobre algunas enfermedades mentales, como los trastornos de la conducta alimentaria. Y se transmite la importancia de la intervención precoz.