Antes de que tantas y tantas personas lleváramos tatuada la piel, el tatuaje lo frecuentaban solo “criminales, apaches, presidiarios, legionarios, prostitutas, anarquistas o marineros”, nos recuerda Servando Rocha en su libro Criminal. “Aunque también se puso de moda entre la realeza europea o exhibía en circos y espectáculos de fenómenos”, expresa.

El tatuaje se explicaba como un código secreto entre personas que se ubicaban fuera de la ley, y así despertó fascinación entre antropólogos, criminólogos y médicos. Uno especialmente destacado fue Cesare Lombroso, padre de la antropología criminal, que veía en el tatuaje “un signo de atavismo y predisposición a la locura, violencia y asesinato, y los tatuados rarezas y seres misteriosos”.

En España, desde que en 1888 Rafael Salillas mostrase su colección de tatuajes de delincuentes patrios, los tatuados, “que fueron fotografiados y estudiados, sembraron el terror y desconcierto: oleadas de apaches con el cuerpo cubierto de dibujos obscenos y llamadas a la venganza, llegaban a ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao, entre otras, al tiempo que defendían la bohemia más hampona”.

Para Rocha, un antes y un después en la consideración social del tatuaje lo marcó el fotógrafo Alberto García-Alix, que “abrió las puertas de la tienda y estudio de tatuajes El Martillo de Lucifer, donde comenzaría su imparable popularización con Mao, legendario tatuador que en los ochenta tatuaba a la marina estadounidense en Rota, como una de sus grandes estrellas”.

Servando Rocha (Santa Cruz de La Palma, 1974), escritor, editor (La Felguera Editores) y activista cultural, participa desde hace veinte años en distintas expresiones radicales relativas a la creación artística y el activismo político. Sus investigaciones son una especie de recorrido a través de una historia, muchas veces casi secreta, de lo subcultural, el avant garde, la contracultura y la violencia en la cultura dominante.

En los últimos años ha publicado Los días de furia: contracultura y lucha armada en los Estados Unidos (1960-1985), (La Felguera Ediciones, 2004); Historia de un Incendio. Arte y revolución en los tiempos salvajes: de la Comuna de París al advenimiento del punk (La Felguera Ediciones, 2006); Nos estamos acercando. La historia de Angry Brigade (La Felguera Ediciones, 2008), Agotados de esperar el fin. Subculturas, estéticas y políticas del desecho (Virus Editorial, 2008) y su primera novela Mirad a vuestros verdugos (La Felguera Ediciones, 2009). La Facción Caníbal. Historia del Vandalismo Ilustrado (La Felguera Ediciones, 2012). Nada es verdad, todo está permitido. El día que Kurt Cobain conoció a William Burroughs (Alpha Decay, 2014). Su última obra es El Ejército Negro. Un bestiario oculto de América (La Felguera Editores, 2015). Algunas de sus obras han sido publicadas en Francia. Ha prologado a autores como Alan Moore o Hakim Bey, entre otros.