Es difícil pensar que humanos distanciados entre sí por el tiempo y el espacio tengan un único antepasado común. Pero es más fácil verlo si hay un rasgo físico que permite identificar a estos descendientes.

John, Blue Eyes

Es lo que ocurre con los ojos azules. Se han formulado diferentes explicaciones a por qué hay humanos con los ojos de este color, desde ambientales a otras relacionadas con la pigmentación de la piel. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de Copenhage parece haber dado con la respuesta definitiva.
Parece ser que todos los humanos que tienen los ojos azules descienden de un ancestro común. Un antecesor que vivió entre 6.000 y 10.000 años atrás, el los albores del Neolítico.
El color natural de los ojos de los humanos es el marrón. Es la traslación al iris de la melanina que tiñe nuestra piel. Este pigmento está controlado por el gen OCA2. Los científicos han estudiado este gen, su comportamiento y su evolución. La cantidad de melanina que produce nuestro cuerpo es lo que determina las variaciones en el color de ojos.

Una mutación

La conclusión del estudio es que aquel individuo sufrió una mutación genética que bloqueo este gen por completo. Por lo tanto, su cuerpo fue incapaz de sintetizar y utilizar correctamente la melanina. Y uno de sus rasgos era el azul de sus ojos. Se trató de una mutación única, según aseguran los expertos. Es decir, la sufrió un único individuo. Y fue esta persona la que transmitió lo que en el fondo es una anomalía genética a sus descendientes. Y a partir de ahí se fue pasando de generación en generación. Y extendiéndose por todo el planeta.
Los investigadores incluso han localizado el origen de este primer humano de ojos azules. Están casi seguro que procede de Europa, dado que solo entre los descendientes de europeos se da esta mutación.
Es decir, que el 3% de la población mundial. Esto significa que más de 200 millones de personas descienden de un único individuo. Sin duda, los ojos azules fueron un atractivo desde el primer momento.