Es una idea que solo imaginarla provoca escalofríos. Varios tipos de humanos distintos conviviendo. Y más que conviviendo, manteniendo relaciones sexuales y generando descendencia. Ahora es una ucronía, pero un grupo de científicos asegura que sucedió realmente entre sapiens y denisovanos. 

Más relaciones de las que se creía

La posibilidad de que sapiens y neandertales convivieran y tuvieran descendencia va camino de convertirse en una certeza más que una teoría. Ahora llega el turno de otro grupo de humanos distinto a nosotros, los hombres de Denisova. Un nuevo estudio asegura que el contacto y las relaciones sexuales entre ambas especies de humanos fueron más comunes de lo que se pensaba. 

Investigadores de la Universidad de Washington ha decodificado el ADN de varios habitantes de las islas de Papua Nueva Guinea, en las que radicaba el hombre de Denisova. En este análisis han encontrado hasta un 5% de secuencias que corresponden a esta antigua especie. 

Más allá, los autores del informe aseguran que el nacimiento de un individuo híbrido se dio en al menos dos ocasiones. Esta conclusión se extrae del mismo cotejo de ADN. Dos muestras dieron positivo con trazos de código genético denisovano, pero en secuencias diferentes. Es decir, los poseedores de esos genes denisovanos no eran descendientes del mismo individuo. 

Una vieja especie nueva

Se trata de uno de los primeros estudios de este tipo centrado en el hombre de Denisova. Hay que tener en cuenta que el descubrimiento de esta especie humana completamente distinta de las ya conocida se realizó en 2008, cuando un equipo de antropólogos descubrió en Siberia los dientes de un individuo joven. 

La datación ubicó los restos en 40.000 años, pero el análisis morfológico descartó que pertenecieran a neandertales o sapiens, con los que se dedujo que pertenecían a una tercera especie. Los hallazgos posteriores realizados en la zona y en Oceanía certificaron la existencia de esta otra raza de humanos.