Si hay una serie en los últimos tiempos que ha impactado más allá de las pantallas es ‘Juegos de Tronos’. Tal ha sido su éxito que ya existe un universo de referencia en el que, si no estás familiarizado con su trama, sus personajes y sus situaciones, puedes sentirte tan extraño como desnudo en el centro de Tokio.

Octava y última temporada

Ahora, su legión de activos fanáticos va a tener que enfrentarse a una dura realidad que seguramente habían estado obviando, presas del terror. La cadena HBO ha anunciado que la octava temporada de la serie será la última. La noticia la dio, como quien no quiere la cosa, el jefe de programación de la cadena de pago norteamericana, Casey Bloys, en la rueda de prensa de la Asociación de Críticos de Televisión, al ser preguntado por el futuro de la saga fantástica. “Creedme, si pudiera, obligaría a los guionistas a hacer diez temporadas de Juego de Tronos”, admitió ante los perplejos críticos. “Pero confiemos en que los chicos serán capaces de darle el mejor final al show”.

73 horas bastan

En realidad, ya se venía rumoreando el final. El pasado mes, los productores ejecutivos, David Benioff y D.B. Weiss advirtieron que a ellos les gusta acabar las series en 73 horas. Así las cosas, después de hechas las cuentas, los siete episodios de la séptima temporada serán seguidos por seis capítulos más que compondrán la octava y última. 13 últimas oportunidades para los fans de devanarse los sesos con las intrigas de las familias más conocidas de la tele desde ‘Falcon Crest’.

Habrá 'spin-off'

Sin embargo, en previsión de la ola de disturbios que el final de la serie puede producir, los responsables se ha apresurado a anunciar un posible spin-off (es decir, otra serie con algunos de los personajes de la serie pero con una trama distinta). “Estamos hablando sobre ello”, admitieron, “no es algo a lo que nos opongamos, pero debe tener un sentido creativo”, afirmaron para luego dejar la cosa en el aire, “pero no hay planes concretos sobre ello de momento”. Esta claro que el misterio va a rodear a la serie mucho tiempo después de dejar de emitirse.